«Una construcción sin barreras no es más cara»

 

La legislación contempla, por lo general, una reserva del tres por ciento para viviendas adaptadas en los programas anuales de promoción pública, siempre y cuando no se posea una vivienda en propiedad. Esto excluye a muchas personas que tienen casa, pero que no pueden seguir viviendo en ella por carecer de accesibilidad.

 

 

En principio, algunas constructoras privadas ofrecen posibilidades para que este colectivo pueda comprar un inmueble, pero cuando el interesado solicita una serie de adaptaciones acordes a sus necesidades, la cosa cambia. Comienzan a poner pegas e, incluso, pueden llegar a decir que no hay inmuebles disponibles.

 

 

Estas situaciones suelen responder a la falsa creencia de que realizar una construcción accesible, sin barreras, es más costoso que hacer una obra convencional. Lo que sucede es un claro ejemplo de que los órganos de control no funcionan y que la discriminación con las personas con discapacidad en el acceso a una vivienda en nuestra comunidad es latente.

 

 

Famma cuenta con la Oficina de Denuncias de Accesibilidad y Ayudas Técnicas (ODAT), que hace de intermediaria entre el denunciante y la empresa infractora cuando un ciudadano con discapacidad ve vulnerado alguno de sus derechos en materia de accesibilidad, transporte y ayudas técnicas.

 

En www.famma.org contamos con una denuncia modelo que, una vez rellenada, es enviada al servidor de la federación para su inmediata tramitación.

 

 

Tiene 34 años y estudios de administrativo. Está soltero. Es presidente de la Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos y Orgánicos.