La primera ola de COVID-19 provocó ideas suicidas en un 3,5% de los sanitarios españoles y trastornos en un 45%

  • Un 14,5% de los sanitarios sufren trastornos con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social.
  • El 80% de los encuestados estuvo involucrado directamente en el cuidado de pacientes de COVID-19 y el 17,4% contrajo la enfermedad.
Sanitarios del Hospital Fundación Jiménez Díaz aplauden en apoyo a los profesionales fallecidos por coronavirus.
Sanitarios aplaudiendo en apoyo a los profesionales fallecidos por coronavirus.
EFE
Sanitarios del Hospital Fundación Jiménez Díaz aplauden en apoyo a los profesionales fallecidos por coronavirus.

La primera ola de COVID-19 provocó que casi la mitad de los profesionales sanitarios españoles, en concreto un 45%, presenten un riesgo alto de trastorno mental, así como que un 3,5% incluso hayan llegado a pensar en el suicidio, lo que corresponde a más del doble de la media del resto de la población.

Con estos trágicos resultados concluyen dos estudios liderados por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y médicos del Hospital del Mar y del CIBER, que ha utilizado datos de 9.138 trabajadores sanitarios de 18 centros de salud de toda España.

Las investigaciones, que publican la Revista de Psiquiatria y Salud Mental y la revista 'Depression & Anxiety', finalizan con que casi la mitad de los encuestados en el estudio presenta cribado positivo de un trastorno mental.

Así, un 14,5% de los profesionales que se han sacrificado para salvar las vidas que ha puesto en peligro la pandemia de coronavirus sufre un trastorno mental discapacitante, es decir, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social.

Depresión, ansiedad, ataques de pánico, TEPT y abuso de sustancias

Según el estudio, que ha encuestado a profesionales sanitarios de Andalucía, País Vasco, Castilla y León, Cataluña, Madrid y la Comunidad de Madrid, los síntomas principales son depresión, ansiedad, ataques de pánico, trastorno por estrés postraumático y abuso de sustancias.

"Los datos indican una prevalencia de problemas de salud mentales discapacitantes en los sanitarios españoles mucho más alta que la esperada", ha señalado el director del Programa de Epidemiología del Hospital del Mar y codirector científico del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), Jordi Alonso, autor principal de los estudios.

"Habrá que monitorizar el riesgo de que estos problemas persistan y tener en cuenta los factores identificados en nuestro estudio para tratar de minimizarlo", ha añadido.

El 17,4% contrajo la enfermedad y 112 necesitaron hospitalización

El 80% de los encuestados estuvieron involucrados directamente en el cuidado de pacientes de COVID-19, aunque sólo el 43% estuvieron en contacto durante casi todo el tiempo.

El 17,4% contrajo la enfermedad y 112 necesitaron hospitalización, un 13,4% tuvieron algún miembro de la familia directa infectado y uno de cada 4 tuvo que confinarse o guardar cuarentena, mientras que cuatro de cada 10 reportaron haber sufrido algún tipo de desorden mental antes de la pandemia.

Por patologías, el 28,1% presentan depresión, el 22,5% ansiedad, casi 1 de cada 4, pánico, el 22,2% estrés postraumático y poco más del 6%, abuso de sustancias.

"Los resultados nos preocupan y son muy consistentes con nuestra experiencia clínica. Tuvimos que atender a muchos sanitarios con estrés agudo, agotamiento y ansiedad", ha explicado el director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar, Víctor Pérez.

Según los estudios, la prevalencia de los trastornos mentales es más elevada en las mujeres jóvenes, no nacidas en España y no casadas.

Auxiliares de enfermería, las más afectadas

El colectivo de las auxiliares de enfermería es el que muestra un mayor impacto ya que dos de cada tres auxiliares sufren riesgo alto de trastornos mentales, y la mitad en el caso de las enfermeras, con una prevalencia más elevada en aquellos profesionales expuestos a pacientes de COVID-19 y entre los que han sufrido la enfermedad o han tenido familiares infectados.

Ante estos resultados, los autores recomiendan monitorizar a los profesionales sanitarios con trastornos mentales previos y aquellos con una exposición elevada a pacientes con COVID-19 que hayan sufrido la infección o hayan estado en confinamiento.

Prevalencia alta de ideación suicida

Aparte de una prevalencia elevada en trastornos mentales, los estudios también documentan una prevalencia alta de ideación suicida activa, del 3,5%, y de intentos de suicidio, del 0,1%, durante la primera ola de la pandemia, una cifra que contrasta con el 0,7 a 0,9% estimado para la población general antes de la pandemia.

"Este aumento del riesgo de ideación suicida se explica en parte por la presión sufrida por los centros sanitarios durante la primera ola", según Philippe Mortier, investigador postdoctoral del IMIM-Hospital del Mar y firmante de ambos trabajos.

Otro factor de estrés importante para la ideación suicida que el estudio identificó es el estrés financiero, como el miedo a la pérdida de ingresos o la pérdida de empleo por la pandemia.

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