Con una altitud de dos metros y un ancho de ocho, la valla tiene como objetivo delimitar el espacio que ocupa el centro, al que también se ha colocado un sistema de videovigilancia, debido a que este espacio "ha sido objeto de vandalismo en los últimos años".
A raíz de ello, los vecinos solicitaron medidas de protección para mejorar la conservación de esta instalación, donde se desarrollan multitud de actividades, ha explicado Martín, quien también ha agradecido al alcalde de barrio, el concejal José Antonio Huertas, su trabajo continuado con los vecinos para dar respuesta a sus reivindicaciones.
El centro, inaugurado en 2007, cuenta con unas modernas instalaciones que disponen de sala de exposiciones, una sala polivalente en la planta alta y otra en la planta baja. Supone, sin duda, "un lugar de encuentro para los vecinos que, aunque ahora ha perdido lógicamente actividad como consecuencia de la crisis del Covid-19, tenemos, como responsables públicos, la obligación de conservar en las mejores condiciones para el momento en que podamos utilizarlo a pleno rendimiento".
En su visita, la concejal ha destacado este tipo de actuaciones que, aunque puedan parecer "pequeñas", suponen actuar ante las peticiones de las asociaciones de vecinos, motores de la participación ciudadana de las que "estamos muy orgullosos por el magnífico trabajo que realizan para mejorar nuestra ciudad".
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