La Policía Nacional ha detenido en Oviedo a un hombre de 63 años con un arsenal de armas ilegales y munición. Tenía en su casa 11 pistolas, siete revólveres y más de 6.000 cartuchos. Hace 20 años le habían detenido por algo similar.

La investigación comenzó tras el suicidio de un hombre con un arma de fuego. 'Tiraron' de ella y averiguaron quiénes habían sido sus dueños antes y encontraron al ahora detenido.

Se trata, presuntamente, de un trabajador de la Fábrica de Armas de Oviedo. Tras comprarla la manipuló para que pudiera utilizarse y se la vendió al hombre que se quitó la vida.

Pero esta manipulación no era una actividad aislada, sino que se había convertido en un negocio ilegal bastante rentable.

Compraba armas inutilizadas de forma legal y después las reconvertía en armas listas para disparar. También las robaba en su empresa.

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