"Se alquila sofá cama por 150 euros al mes"

  • Es un anuncio en el barrio madrileño de Prosperidad.
  • Está en un piso de 60 metros cuadrados.
  • En él viven una colombiana, un búlgaro, un rumano y una paraguaya.
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Se alquila sofá-cama. Chico o chica. Es el texto de un anuncio pegado en una farola de un parque del madrileño barrio de Prosperidad.

El sofá es para una persona y cuesta 150 euros al mes. Nos da igual chico o chica. Al lado tiene un pequeño sitio donde poner la ropa

El sofá está en la entrada de un piso de unos 60 metros cuadrados propiedad de un español, dueño de las otras 23 viviendas que integran un viejo inmueble, situado cerca de edificios representativos como el Auditorio Nacional de Música y el Museo de la Ciudad.

Marta, una mujer ecuatoriana de 50 años, tiene que pagar mensualmente 900 euros por el alquiler de ese piso, distribuido en dos habitaciones, cocina, cuarto de baño y un pequeño vestíbulo donde está el sillón.

"Hace cinco años, cuando alquilé este departamento, las cosas iban mejor. Trabajo en una casa desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, me pagan 500 euros y de ahí tengo que enviar algo para mis tres hijas en Ecuador", ha explicado la mujer.

Se alquila por 150 euros al mes

"[El sofá] es para una persona y cuesta 150 euros al mes. Nos da igual chico o chica. Al lado tiene un pequeño sitio donde poner la ropa. También tiene cerca una tele", ha detallado.

Divorciada y con tres hijas en su país, Marta comparte vida y habitación con Vasko, un búlgaro, de 40 años. El resto del piso lo realquila a Vasili, un rumano de 52, y a Graciela, una paraguaya de 49.

En la "salita", como lo llama la mujer, se puede dormir a cualquier hora y no hay problema alguno para la persona que lo ocupe. "Somos gente tranquila y no hacemos ruido en casa".

No es la primera vez

Hasta hace seis meses, el sofá cama estaba alquilado por un marroquí. "Creo que era montador de 'pladur' (placas de yeso), pero como la cosas le empezaron a ir mal, se marchó y lo dejó libre".

Vasko, que trabajó en la construcción y ahora no encuentra nada, tiene dos hijas en Bulgaria. "La mayor de 21 y la pequeña de 13. Allí las cosas están peor. No puedo volver."

En casa limpia un poco, se aburre mucho, y espera a Marta. Sale poco a la calle porque no tiene dinero y hace frío. "Me gusta ver la tele, lo que más Escenas de matrimonio".

Los cuatro inquilinos forman parte de los 5,2 millones de extranjeros que hay en España y que representan más del 10 % de la población, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística.

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