El hombre acusado de intentar abusar sexualmente de su esposa cuando iban a comenzar el proceso de separación ha asegurado que mantuvo relaciones consentidas con la mujer, cuya incomparecencia en el juicio ha motivado su suspensión hasta el próximo 4 de marzo.

Pese a que la víctima, que ha retirado la acusación particular que ejercía, ha presentado un parte médico para acreditar que sufre depresión, la Sección Segunda de la Audiencia de Granada ha aplazado la continuación de la vista y la ha citado con apercibimiento legal, por lo que si no se presenta a la nueva fecha deberá ser conducida por la fuerza pública.

Los hechos se remontan a agosto de 2002 cuando, según el Ministerio Público, el acusado llegó a su casa de madrugada del trabajo y tras llamar repetidamente a la puerta sin que su esposa le abriera, accedió a la vivienda por el balcón del dormitorio.

Al entrar, la mujer, de la que actualmente está separado, le exigió que se marchara y echó el pestillo de la puerta del dormitorio, pero el hombre lo rompió "con gran violencia".

A continuación la agarró con la intención de mantener relaciones sexuales con ella, una situación que también se repitió a los pocos minutos en el salón, adonde la víctima acudió para pedir ayuda por teléfono.

Por su parte, el acusado ha mantenido ante el tribunal que la noche de los hechos discutió con su mujer porque ésta siempre se negaba a mantener relaciones sexuales con él y existían rumores en el pueblo de que ella estaba con otro hombre.

Rumores en el pueblo

De hecho, uno de los testigos ha detallado que esa noche vio como cuando a los pocos minutos de que el acusado accediera a la vivienda por el balcón, otro hombre al que solía ver con mucha frecuencia por la casa, salía por la puerta.

El fiscal solicita una pena de cuatro años de prisión por un delito de abusos sexuales en grado de tentativa, así como una indemnización de 12.000 euros para la víctima, mientras que la defensa pide la libre absolución.