Los mejores discos de marzo

Julio Ruiz selecciona para Calle20 los mejores lanzamientos discográficos del mes
Underwater Tea Party
Underwater Tea Party
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Underwater Tea Party

UNDERWATER TEA PARTY.  WHAT CRISIS?, THIS CRISIS.

utp

Si sabrán ellos de crisis... Corren tiempos difíciles. Los grupos indies recurren a la autogestión y se graban sus discos a la espera de estampar la etiqueta de turno. Hace un año que los madrileños volvieron encantados de EE UU para ponerse en manos sabias y registrar este álbum con Clara y Martí (véase Plastic cans) repartiendo papeles, que supone un estirón a la impresión que dejó aquel estreno. UTP siguen siendo originales en su territorio. Nadie hace lo que ellos. Disparan en distintas direcciones y sabiendo hacia dónde. Hay temas directos como Better than the movies o Mind the gap, que pueden ser el nexo con su debut, aunque lo deliberado es que haya una segunda parte de un tema ya desarrollado antes —Holophonor—. Amén de esa extraña habilidad para coser y suturar tres canciones en casi interminables bucles sonoros con los teclados (¿a que no está lejos el tirón de Runaway, witch train de aquel Long island ice tea?) haciendo de las suyas (qué frenesí en la canción de la visión de Elvis o ese estribillo de Kill my lambs).

www.greenufos.com

DARREN HAYMAN. PRAM TOWN.

Hayman

Que sí, que los fans de Hefner no le dejan ni vivir en los conciertos y, por muy redondas que sean sus nuevas canciones —ya van tres trabajos en nombre propio—, siempre le piden que eche la vista atrás. No tendría que ser así. Suficientes razones esconde este homenaje a Harlow en el que Darren, con sus Wave Pictures travestidos de folkies, vuelve a hablar de sentimientos, a meterse en ese mundo tan pequeño que es el suyo y a diseñar corazones encogidos por la tristeza. Losing my glue es la cima, pero también llega Our favourite motorway.

www.acuareladiscos.com

AMA. EXPOSICIÓN PERMANENTE.

Ama

Sucedáneo. No. Mejor, una forma de mitigar la pena de que Irantzu haya abandonado La Buena Vida. Aunque Javier sigue a doble banda. Claro que no hay que plantearse la duda de cómo sonarían estas canciones con una voz femenina. Y eso no deja de ser un piropo a la vista de alguna de las joyas esparcidas en la continuación de A un metro de mí que, deliberadamente, se ha querido que fuera menos introspectiva y sí más vibrante. ¿Cuál sería el single? La segunda oportunidad está muy empatada con No conozco a nadie como ella.

www.losenanosgigantes.es

ÉLENA. UN CAFÉ, SETENTA MATINS.

Élena

Había hambre de nuevas propuestas de la banda que llamó la atención al principio de esta década con Porelamordedios. Y como los años no pasan en balde, a Helena le ha dado tiempo de tener un oficio musical paralelo (ella es Las Flores Azules). Claro, que Raúl Moya también campa por libre. Bueno es que, con todo, hayan tenido tiempo de gestar una colección de canciones que arrebatan, desde el pizpireto Plou, que no hay duda de que es el tema más resultón. Pero  ¿y la cadencia de Tantes coses per fer? ¿Y el recitado-crescendo de Ara?

www.musicbus.es

M.WARD. HOLD TIME.

M.Ward

Uno de los nombres del momento que deja aparcado el experimento más popero y con glamour de She & Him y vuelve a su auténtico yo. Cobijado en 4AD hace un disco soberbio en el que no faltan estrellas invitadas como Tom Devotchka, Jason Grandaddy o Lucinda Williams, quien le da la réplica en ese Oh lonesome me, de Don Gibson, que tiene medio siglo de vida. La canción que da nombre es el sencillo, pero, aparte de algún ramalazo folkie o hurgando en la raíz, encandila por el sabor clásico ese To save me, que tiene los mejores aires orbisonianos.

www.everlastingrecords.com

ANORAK. NEIGHBOURHOOD POSTCARDS.

Anorak

Ellos tejen todos los sonidos electrónicos y no reparan en gusto a la hora de saberse rodear de compañeros invitados que le den aún más lustre al producto (ahí es nada: la aportación de la omnipresente Helena Élena, porque Silhouettes es, ante todo, puro pop de pegada inmediata). Estos fans de OMD han vuelto con un disco que son dos. Uno, el normal —han subido la temperatura emocional—, y otro, en el que dejan que otros músicos remezcladores (véase Undo) metan mano a sus composiciones y las lleven a su terreno para agitar más la pista de baile.

www.houstonpartyrecords.com

COLA JET SET. GUITARRAS Y TAMBORES.

Cola jet

Lo normal. Han acabado en la que estaba predestinada a ser su casa. Ya lucen el logotipo de Elefant en su camiseta y han abierto el abanico (nada raro: Felipe es un diccionario de la música capaz de componer un hit mientras asiste a una entrevista radiofónica ejerciendo de espectador). Este segundo álbum toma ya incitación disco con En esta pista no se puede bailar y hay un acercamiento al Donosti Sound en Nadie nos va a parar. Algo más: democracia absoluta. Que Alicia o Cristina componen una canción, pues ellas la cantan.

NAT JOHNSON. DIRTY ROTTEN SOUL.

Nat

Una de las grandes sorpresas de las últimas semanas. Apenas un EP en un pequeño sello de Sheffield ha bastado para descubrir a una nueva musa indie —parece que la protege Richard Hawley— que ya había dejado muestras de su categoría capitaneando la banda Monkey Swallows the Universe. Y toda la culpa la tiene esa canción estrella, un hit rompedor con guitarras trepadoras que rodean y adornan la personal voz de Nat. También tienen su encanto los dos temas en esquema de demo y cómo lleva a su terreno el México de Cake.

www.natjohnson.co.uk

ORLEANS. CIUDAD / TONIGHT.

Orleans

Ya no son los hermanos pequeños de Seine y han subido peldaños a zancadas (para más detalles, su presentación en directo del mes pasado) después de algún éxito pasado en el territorio maquetero. Han tenido que esperar lo suyo hasta que, por fin, Lucinda le ha puesto el sello al álbum que tenían grabado y dentro del que han incluido aquellos viejos éxitos en demo (está bien mirarse el ombligo en Suena Orleans) y algún otro estribillo-riff que entra a la primera (Robots). Historias nocturnas y cercanas, y parece que Nueva York está más cerca que Londres.

www.lucindarecords.com

SANTA N. SANTA N.

Sanata n

Estreno de aventura, pero con dos ilustres veteranos. Mariona estaba en aquellos Fang que nacían a la sombra de PJ Harvey, y que fueron perdiendo perfil electrónico por el camino, para acabar muy cerca del toque español del que presume este nuevo proyecto. Carlos presenta carrera en solitario de hasta cinco discos, después de aprendizaje en grupos primerizos e incluso trabajar junto a Bunbury. Componen los dos (ella, mejor la letra; él se apunta a la música) y cantan los dos, a veces incluso replicándose (La fanfarria lo dice todo) y terminan de elaborar esa colección de canciones que tienen aroma salino, insolente y arrabalero. Todo para mí es el incuestionable tema de arranque y es toda una declaración de principios —¿hay alguna duda de que hay pocas voces como la de Aupí?— que se reafirma más con Aguardiente de claveles. Pero, para centrar más esa adscripción sonora tan nuestra, baste con decir que entre La fiesta de la muerte y Sueño largo se contabilizan guitarra flamenca, castañuelas y zapateado.

www.promosapiens.net

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