La Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha descartado la existencia de vertidos tóxicos en el episodio de mortandad de peces registrado el pasado mes de enero en el río Iro en Chiclana (Cádiz), según se desprende de las analíticas realizadas sobre el agua y ejemplares de peces.

Los resultados apuntan a un cúmulo de factores ambientales como causa más probable del fenómeno.

Según ha precisado Medio Ambiente , las muestras de agua recogidas por el Laboratorio para la Vigilancia y Control de la Contaminación de Palmones de la Consejería de Medio Ambiente han sido sometidas a un "exhaustivo" estudio.

Así, se han analizado más de 30 compuestos utilizados en la fabricación de pesticidas, más de 15 metales y semimetales, varios elementos alcalinos y alcalino térreos, aceites y grasas, nutrientes y otros parámetros de control como Carbono Orgánico Total, Sólidos en Suspensión, Amonio o Nitritos, sin que ninguno de ellos haya dado positivo.

Por culpa de las lluvias

Los técnicos consideran como hipótesis "más plausible" que el incidente pudo estar provocado por las intensas lluvias, que provocaron escorrentías de tierras arrastrando además hasta el río sedimentos de terrenos agrícolas y ganaderos, además de los alivios de las estaciones de bombeo de aguas residuales.

Esta situación, según los técnicos, actuó "de forma negativa" sobre la calidad del agua incidiendo directamente sobre los peces.

A estos factores se le une la reducida renovación del estuario por los bajos coeficientes que presentaban las mareas ese día (marea muerta) y la alta irradiación que pudo derivar en una mortandad "masiva" a primeras horas de la mañana, cuando las condiciones de oxigenación del agua suelen ser más desfavorables.

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