Elías de los Reyes (Albatera, Alicante, 1950) opta a algo difícil como es desbancar a un rector que acaba mandato. Se presenta a las elecciones de la Universidad Politécnica de Valencia con una mezcla de optimismo y crítica abierta a Juan Juliá tras su paso por la dirección de la Escuela de Ingenieros en Telecomunicación.

¿Qué retos tiene por delante?

Tenemos la idea de fondo de que el ciudadano valenciano paga con sus impuestos la universidad pública, y también la UPV, y debe visualizar que eso es rentable. No hemos sabido explicarlo. Hemos de dotar de edificios emblemáticos en los tres campus para que esa actividad sea percibida por los ciudadanos. Tenemos que dotarnos de un edificio en el centro de Valencia, de un lugar donde nuestra actividad se proyecte.

¿Tienen ya el emplazamiento?

Tenemos mirados varios edificios en el centro de Valencia. Barajamos llegar a acuerdos con propietarios para la gestión del uso de los mismos. La ubicación es en la zona que va desde la plaza del Ayuntamiento a las Torres de Quart. Serviría para exposiciones de Bellas Artes, conferencias sobre el uso eficiente de la energía... temas que se tratan en la UPV, pero que no salen del campus.

¿Qué es lo primero que hará si resulta elegido rector?

Lo primero que haré será sacar a la UPV del letargo en el que se encuentra. Ahora mismo recibe los frutos de algo que se sembró hace años por falta de liderazgo. Quiero liderar y dinamizar la UPV. Crearé un parque científico empresarial en la ampliación del Campus de Vera  para diversificar el tejido económico de la Comunitat Valenciana, que ha estado muy centrada en sol y ladrillo. También hemos de fijar el talento al territorio, ya que estamos perdiendo la inversión que hacemos en nuestra gente porque se va a otros países como Francia, Alemania y Reino Unido.

¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de la UPV?

Su fuerte son los recursos humanos, que son extraordinarios, tanto el personal de administración y servicios como los docentes e investigadores. La debilidad es el letargo que la inmoviliza. Esto retrae a la gente a sus despachos a trabajar y no hay actividad para lo colectivo, para la UPV en su conjunto.

¿Cómo se está adaptando la universidad al Plan Bolonia?

En la UPV, el proceso está siendo algo caótico y desordenado. Creo en Bolonia y pretendo dinamizar la universidad con diálogo entre los centros. Esta universidad ya tiene parte del camino andado como en el terreno de los intercambios de estudiantes y en reconocimiento de dobles titulaciones con otras instituciones académicas.

¿Por qué deben votarle a usted?

Tengo tres activos básicos: un programa excelente para una universidad potente, un equipo de personas magnífico y mi experiencia dentro de la universidad.

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