Así lo ha indicado durante la presentación del informe de la investigación encargada por el Ayuntamiento de Gijón en octubre de 2019 para determinar la procedencia del citado carbón, en la que ha estado acompañada del concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín.

Suárez ha explicado que las clases de carbón halladas en las 198 muestras tomadas no se corresponden, en su mayoría, con la mercancía que transportaba el Castillo de Salas cuando se hundió en 1986 frente a la costa gijonesa.

Así lo ha indicado pese a que durante años fue habitual 'culpar' al Castillo de Salas de la llegada de carbón, con cierta frecuencia, al principal arenal gijonés. De la parte que sí es compatible con esa mercancía, ha precisado que tampoco se puede asegurar que sea del buque hundido.

Asimismo, la investigadora ha explicado que se realizó una toma exhaustiva de muestras, tanto cuando había manchas arenosas de carbón como cuando no, aunque en este último caso se apreciaban pequeñas partículas de carbón.

Además, se hicieron dos minisondeos a 45 centímetros de profundidad, al comprobar que había también carbón en la arena enterrada.

Entre otras cosas, ha apuntado que se detectó coque, que no venía en el Castillo de Salas, como tampoco venía antracita, que también se observó en la playa. Es más, se comprobó gracias a las muestras que había hasta entre 12 y 13 clases de carbón -con base a datos de reflectancia-.

Con base a todo ello, el Incar ha determinado que la inmensa mayoría no procede del Castillo de Salas, que transportaba cien mil toneladas de carbón cuando se hundió.

A esto ha sumado que si el carbón fuera de la limpieza de las bodegas o caída accidental de carbón en alta mar, este se disperaría por más sitios. Ha matizado que en las playas del Arbeyal y Poniente se detecta a veces carbón, pero solo con la influencia de las mareas.

También ha incidido en que si bien las polvaredas contaminan, con relación a las nubes de carbón que a veces se ven en El Puerto o incluso llegan a las playas, lo de San Lorenzo no proceden de ahí, sino que es de carbón caído al mar. De ahí que la principal teoría es la procedencia de la actividad portuaria.

"Hemos dado un paso muy importante", ha apuntado Martín por su parte. Este ha indicado que las relaciones son entre instituciones, más allá de las personas y los cargos que se tengan, en respuesta a si la alcaldesa, como vicepresidenta portuaria, va a llevar al Consejo este asunto.

Ha apuntado que, además del Principado, también está Puertos del Estado. Para él, las instituciones deben buscar soluciones, "a ser posible compartidas". Y si bien a nivel de competencias quien menos responsabilidad tiene es el Ayuntamiento, quieren ser parte de las alternativas y la solución, y como muestra está el informe, cuyos datos arrojan "bastante luz", ha insistido.

El edil ha indicado que el Plan de calidad de Aire incluye teóricas medidas que pueden ser parte de la solución, pero que precisarán de otras complementarias para corregir, como pueda ser ver en qué condiciones se dan las licencias ambientales integradas o revisar las que ya están dadas.

Ha resaltado que es importante la involucración con este asunto que está mostrando el Principado, incluido el presidente regional, Adrián Barbón, para dar una respuesta "desde la exigencia".

De hecho, ha avanzado que el Ayuntamiento tendrá una "inminente" reunión con el Principado, en la que se hablará entre otras cosas de este tema.