La masía está cerca de donde hubo el frente de guerra, y allí se operaba a los enfermos más graves, mientras que el resto eran trasladados a otros hospitales en la retaguardia, ha explicado la Conselleria en un comunicado este lunes.

Los arqueólogos desconocen cuántos cadáveres pueden hallar durante la excavación, y solo cuentan con la libreta de un doctor del hospital que anotó el nombre de una treintena de soldados fallecidos en la masía.