Al término de la sesión, el Ministerio Fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales y el juicio quedó visto para sentencia. El procesado, de nacionalidad rumana y nacido en 1970, mantenía una relación sentimental con la madre de la víctima, con convivencia, en Gijón.

En el domicilio vivían igualmente los dos hijos de la mujer, uno de ellos, un hombre de 45 años con tetraplejia espástica, secuela de PCI y plurideficiencias cognitivas, con memoria y percepción normales. La Fiscalía sostiene que, desde al menos el verano de 2017, aprovechando los momentos en los que se encargaba del aseo de la víctima y le cambiaba el pañal, el procesado le agredía sexualmente. La víctima no podía oponer resistencia a estos actos dada su situación de inmovilidad, y el procesado le amenazaba con pegarle si contaba a alguien lo que ocurría.

La situación cesó a finales de abril de 2018, cuando el procesado abandonó el domicilio y la víctima se atrevió a contar a su madre lo que le sucedía, tras haberles sorprendido. La víctima fue declarado totalmente incapaz por el Juzgado de Primera Instancia 3 de Gijón. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual de los artículos 178, 179 ,180.1.3º y 4º y 74.3 y 192.1 y 2 del Código Penal.

Y solicita que se condene al procesado a 15 años de prisión, inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, abono de las costas procesales y libertad vigilada, consistente en prohibición de acercamiento a menos de 200 metros a la víctima, su persona, domicilio, centro de estudios o cualquier otro en el que se encuentre, así como de comunicar con ella por cualquier medio, ambas durante 10 años. En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que procesado indemnice a la víctima, en la persona de su madre, con 10.000 euros, más los intereses legales correspondientes.