Para un director, una película es especial por muchas cosas. Tarantino recuerda Reservoir Dogs con una sonrisa en su cara porque le permitió "viajar por todo el planeta y conocer mundo".

En Amsterdam, en uno de esos viajes de festival en festival, la inspiración llamó a su puerta para crear al personaje de John Travolta en Pulp Fiction.

Dos Santos estudió en Inglaterra y admite que mostrar la película de certamen en certamen "es una forma bonita de trabajar y de ganarte la vida... sin hacer nada", comenta entre risas.

Para Fernando, la sensación es la de "vivir en una banda de rock. Es como estar en un tour y te van diciendo donde te cogen las películas: San Francisco, Nueva York...". Es una vida nueva para un chico acostumbrado "a estrenar mis películas e irme luego a con mis amigos a La Latina. Me siento más músico que actor".

Para el español, el hecho de presentar la película junto a sus compañeros, "también es una manera de poder mantener el contacto directo con ellos, porque si no sólo lo haríamos por mail".

La tercera parte de esta historia es Deborah François. Su primer trabajo fue nada y más y nada menos que L'Enfant, la cinta de los hermanos Dardenne que se llevó la palma de oro hace años. Así que a ella no le coge de sopetón esta aventura, "estoy acostumbrada porque he hecho películas que han estado como... en cada festival del mundo. He estado en Dubai, en Singapur, en Vietnam... gracias a los festivales!".

Sundance, Rótterdam y Berlín han sido las tres primeras paradas de Unmade Beds, pero hay unas cuantas más en el camino. Nueva York será una de ellas y por supuesto... Buenos Aires.