Piden siete años a un ludópata chino que apuñaló a la camarera de un salón de juegos

  • Asestó 35 hachazos a la empleada que logró sobrevivir.
  • El homicidio se produjo en la localidad almeriense de Garrucha.
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La Fiscalía ha pedido hoy siete años de cárcel para L.H., un ludópata chino que, el 28 de marzo de 2006,
asestó al menos 35 hachazos a A.N.G., trabajadora de un local de juego de Garrucha (Almería), donde residía el hombre, para el que la acusación ha solicitado catorce años de prisión.

Durante el juicio que ha quedado hoy visto para sentencia en la sala primera de la Audiencia Provincial, el ministerio público ha reclamado para el acusado, que ha admitido la autoría de los hechos que se le imputan, el pago de una indemnización a la mujer, que logró sobrevivir a la brutal agresión.

Estos se remontan al 28 de marzo de 2006 cuando, sobre las siete de la mañana, este vecino de Garrucha irrumpió en el salón de juegos y propinó a A.N.G., madre de la dueña del local, entre 35 y 40 hachazos que le ocasionaron graves lesiones en la cabeza y en las manos por las que le ha sido reconocida una incapacidad del 88 por ciento.

Durante su testimonio ante el plenario, el acusado, de 35 años cuando cometió los hechos, ha justificado su actuación en una supuesta deuda de cuatrocientos euros contraída por la mujer, con la que al parecer había protagonizado un enfrentamiento menor días antes al negarse ésta a cambiarle dinero.

Detenido con restos de sangre

La acusación por su parte ha detallado que L.H. no centró sus ataques en las zonas vitales de la víctima, a la que golpeó por todo el cuerpo incluso cuando se encontraba ya tendida en el suelo, con lo que le causó a su juicio "un dolor inhumano".

Mientras que el fiscal ha rebajado de nueve a siete años su petición de cárcel para el hombre, al aplicar al delito de homicidio en tentativa que le achaca la atenuante de ludopatía, la acusación de la víctima ha defendido que esta alteración del comportamiento no implica que el acusado tuviera "perfecto conocimiento" de la ilegalidad de lo que estaba cometiendo.

El ciudadano chino fue detenido todavía con restos de sangre un día después de la agresión por parte de la Guardia Civil, que le puso a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Vera, cuyo titular dictó su ingreso en prisión preventiva, circunstancia en la que el hombre permanece a día de hoy.

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