Edad 25 años. Nació en Alessandria (Italia) y vive en Milán, donde trabaja en una pequeña productora dedicada a la publicidad y los videoclips. Para hacer fotos usa muchos tipos de cámaras, casi siempre analógicas: «Tengo una Mamiya C22 de medio formato, una Nikon EM de 35 mm, una Holga, una Diana, una Vega Druopta, una semiautomática Hotax y una Panasonic Lumix, mi única cámara digital». No tiene planes para el futuro. «Honestamente, ¡ninguno! ¿Irresponsable? Puede ser». Empezó a hacer fotos diariamente hace apenas un año. A Chiara Balza (arriba, autorretratada) le gusta jugar con la idea de que las fotos permiten que el éxito se democratice. «Cualquiera puede salir en una revista. Aquí estoy yo para demostrarlo», dice con humor.

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Descarada y exhibicionista. Chiara Balza sólo quiere «jugar y experimentar» cuando hace fotos. Lo demás no le importa casi nada. «En la fotografía todo es instinto, al menos para mí. No hay necesidad de buscar nada concreto de antemano, nada profundo o trascendente. Con mi curiosidad me basta». Es autodidacta, y empezó a hacer fotos en serio y a diario hace sólo un año. Ahora no puede dejarlo, está poseída y tantea con formatos, cámaras, lenguajes... «Las fotos hablan de mí mejor que mis palabras», explica. Quizá por ese afán confesional, Chiara dice moverse por impulsos que nunca emergen del cerebro, sino de la piel, y admira más que a ningún otro fotógrafo a la estadounidense Nan Goldin, cruda documentalista de su propia vida.

¿Te atreverías a definir la fotografía?

Algo que nos sobrevivirá a todos nosotros.

¿Dónde nace el impulso para hacer una foto?

En italiano hay un dicho que me gusta aplicar para intentar explicarlo: en la punta de la lengua. Ya sé que se trata de una especie de sinestesia, pero es lo que veo más apropiado para explicar mi modo de trabajar.

¿Todo es piel?

En la fotografía todo es instinto, al menos para mí. No hay necesidad de buscar nada concreto de antemano, nada profundo o trascendente. Con mi curiosidad me basta.

¿Qué te motiva?, ¿dónde está el impulso primario?

Puede ser cualquier sentimiento: tristeza, alegría, incluso aburrimiento... Soy autodidacta y empecé hace poco, más o menos un año. Me gusta probar. A diario busco fotógrafos, fotos para hacer, nuevas ideas...

Un fotógrafo al que admiras...

Nan Goldin. Si buscas su nombre en la Wikipedia, la primera línea dice: «La fotografía de Nan Goldin no se puede separar de su vida». No hay nada que añadir. Eso es lo fundamental.

¿Qué sujetos u objetos te gusta retratar?

Cosas o personas que no sean conscientes de que están siendo retratadas.

¿Analógico o digital?

Analógico, sin ninguna duda.

¿Qué momento del proceso fotográfico disfrutas más?

Todos ellos. Puedo decirte el que disfruto menos: las facturas que debo pagar para comprar la película y revelarla.

¿Haces dinero con las fotos?

Debería, pero en estos tiempos sólo unos pocos elegidos e ‘hijos de’ pueden sacar dinero. Especialmente aquí, en Italia. Tampoco me importa demasiado el dinero que puedan pagarme. Si me importase, no haría fotos.

Háblame de tu ciudad, su espíritu...

Se supone que Milán es muy cool. Puedo describir Milán con una sola palabra: gris. Tengo una relación hostil con este lugar.

¿Cómo es un día en tu vida?

Empecé a trabajar en una pequeña productora hace tres meses. Desde entonces, por desgracia, llevo una vida bastante ordinaria que se puede resumir en: casa-trabajo y trabajo-casa. Muy ‘estilo Milán’. Algo odioso, pero espero que eso cambie pronto.

Puedes ver una selección de su obra en esta fotogalería.