La Fiscalía pide para el acusado tres años y ocho meses de cárcel por presuntos delitos de malos tratos y contra la libertad sexual.
Según el escrito de la Fiscalía, el acusado y la víctima mantuvieron una relación sentimental durante algo más de un año. El fiscal le acusa de haber mantenido relaciones sexuales con ella a pesar de conocer su edad. La menor quedó embarazada cuando tenía 15 años y posteriormente abortó.
La Fiscalía sostiene asimismo que el acusado, durante toda la relación sentimental con la menor, la sometía a "un continuo control de sus acciones y relaciones sociales, imponiéndole en todo momento una determinada forma de actuar y de comunicarse". Presuntamente, la aisló de su entorno social y logró que la chica adoptara una "actitud de sumisión hacia su pareja".
La acusación detalla un episodio ocurrido de madrugada un verano, cuando la menor y su novio discutieron mientras estaban en locales de ocio de Magaluf. Según la Fiscalía, se trató de una riña por celos del chico, al haber examinado el móvil de su novia y descubierto que se había abierto una cuenta de Instagram.
Presuntamente, el joven se enfureció, propinó una bofetada a la menor y empezó a insultarla llamándola "guarra, puta y zorra". Supuestamente, después consiguió que la chica se subiera a un coche con él y varios amigos hasta su casa, donde nuevamente la golpeó.
Además, el fiscal reseña también que el acusado arrojó al suelo el móvil de su novia y le rompió la pantalla. Pocos días después de estos sucesos, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Palma dictó orden de protección en favor de la víctima.
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