El dolor de espalda es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica, ya que se calcula que aproximadamente el 80% de la población a nivel mundial lo padecerá en algún momento de su vida, según datos del American College of Rheumatology.
El primer estudio sobre salud muscular llevado a cabo por la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) y Fisiocream revela que el 95% de la población en España, con edades comprendidas entre los 25 y 65 años, sufre molestias y dolores musculares de forma regular. De hecho, más de la mitad de las personas encuestadas siente que su calidad de vida está condicionada por estas molestias.
¿Cuáles son las causas?
En este sentido, el dolor localizado en la región lumbar es uno de los más habituales y supone un 20% de los dolores crónicos de espalda. La intensidad varía y puede estar más localizado o irradiar a otras zonas del cuerpo como el abdomen o las piernas.
En la mayoría de los casos, los dolores son de tipo mecánico y su pronóstico es bueno, siendo las causas más frecuentes las contracturas de la musculatura, originadas por mantener malas posturas o por la sobrecarga de peso; las hernias discales; la degeneración vertebral; las distensiones musculares; la ciática, o por una lesión traumática ocasionada por un golpe, entre otras.
Menos frecuentes son las causas de origen inflamatorio, esto es, aquellas que se deben a patologías subyacentes como la espondilitis anquilosante, infecciones o tumores, tal y como explican en la Fundación Española de Reumatología (FER).
Otros motivos por los que puede aparecer lumbalgia son la artritis, la osteoporosis, la endometriosis, la fibromialgia o los cálculos en el riñón, entre otras enfermedades.
¿Cómo se pueden prevenir?
El dolor en la región lumbar debido a causas mecánicas se vuelve más intenso conforme más horas de pie se pasan o al mantener posturas incorretas durante un largo tiempo. Este problema puede tratarse, aunque dependerá de la causa que lo provoque ya que puede abordarse con fisioterapia, con fármacos y adoptando un estilo de vida saludable y una buena higiene postural.
De esta manera, en base al diagnóstico médico y a la causa, una de las recomendaciones generales para aliviar el dolor lumbar es el reposo relativo, aunque este no debe prolongarse más de dos días, según la Fundación Española de Reumatología. Después, "es imprescindible comenzar a levantarse y a realizar una actividad física suave y progresiva", siendo muy eficaz "la aplicación de calor local varias veces al día, masaje después del calor y analgésicos simples".
Por otro lado, la prevención de la lumbalgia "se basa en tres pilares: evitar coger pesos, higiene postural y ejercicios". Por tanto, es esencial seguir los siguientes consejos:
- Evitar las sobrecargas y mantener un adecuado peso corporal.
- Aprender cuidados posturales, sobre todo en el trabajo y al recoger objetos del suelo.
- Evitar situaciones que provoquen estrés o ansiedad.
- Utilizar un calzado adecuado.
- Practicar deporte.
- Acudir a fisioterapia.
- Evitar el sedentarismo.
- Dejar de fumar.
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