Una ciudad de la Toscana prohíbe abrir restaurantes que no sean italianos

  • Deberán respetar, además, la tradición "arquitectónica, estructural, cultural, histórica y decorativa" regional.
  • El personal deberá llevar uniformes "elegantes" y saber algo de inglés.  
  • El objetivo es "salvaguardar la tradición culinaria".

Lucca, una ciudad de la Toscana (centro de Italia), se ha enfrentado este martes a acusaciones de "racismo culinario" después de que el pasado día 22 aprobase un reglamento municipal por el que prohíbe la apertura de de nuevos restaurantes extranjeros en su centro histórico.

El objetivo de la prohibición es "salvaguardar la tradición culinaria" de la región, aunque para el consejero regional de comercio, Paolo Cocchi, "una cosa es la defensa de la calidad y otra la discriminación".

Una cosa es la defensa de la calidad y otra la discriminación
El nuevo reglamento, además de denegar nuevas licencias para cualquier bar o restaurante cuyo estilo de cocina no sea italiano, especifica que al menos uno de los platos del menú deberá ser típico de Lucca y
preparado exclusivamente con productos de la provincia.

También se reclama que los locales ubicados dentro de los muros renacentistas que rodean el centro de la ciudad respeten la tradición "arquitectónica, estructural, cultural, histórica y decorativa" regional. Para ello, se incluyen en el reglamento indicaciones como que se disponga de "sillas de madera y decoración elegante y señorial, también en los detalles".

Tampoco se libra el personal de servicio, que deberá llevar uniformes "elegantes" y tener "conocimientos de lengua inglesa".

¿Una medida discriminatoria?

El gobierno regional toscano, de centro izquierda, criticó la prohibición acusándola de discriminatoria y advirtió contra medidas que "presentan formas ocultas de racismo gastronómico o culinario".

Entretanto, un portavoz de Lucca defendió las nuevas normas, diciendo que estaban diseñadas para cuidar la identidad tradicional y cultural de la ciudad y que también la medida se aplicaba a sexshops, restaurantes de comida rápida y pizzerías de entrega a domicilio. "La prohibición apunta tanto a McDonald's como a los locales de kebab", explicó el portavoz.

Italia, que se enorgullece de su rica tradición culinaria, tiene menos restaurantes de comida extranjera que otros países de Europa. Sin embargo, su número ha ido creciendo en los últimos años, debido a que el aumento de inmigrantes ha traído nuevas influencias gastronómicas. El portavoz de Lucca destacó que se le permitirá a los cuatro locales de kebabs que ya están en el centro de la ciudad continuar operando con normalidad.

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