Si el tópico obliga a acompañar cualquier reflexión sobre escritores latinoamericanos —¡jóvenes, para colmo!— con el sempiterno link a las fabulosas aventuras de García Márquez, basta con hojear este número de la revista Eñe para eliminar del mapa los lugares comunes.

El resultado —que no se limita al cruce de charco: diario de un Juan Bonilla disfrazado de Ambrose Bierce, biblioteca de Rosa Montero, adelanto de lo nuevo de Amélie Nothomb y agenda de invierno— borra nuestros prejuicios como sumergidos en un barreño de lejía: merece la pena por el alimento nuevo para el árbol genealógico de Raúl Aguiar, por el ejercicio de seducción sui géneris de Óscar Marcano, por el casi poema en prosa de João Paulo Cuenca, por las ilustraciones de César Paternosto... Y así hasta once relatos y poemas, en un mapa ambicioso.

Pero, sobre todo, esta Eñe se adjetiva imprescindible por un argumento enorme: el texto inicial —La cosecha, de Patricio Pron— es un cuento tan espectacular que no acepta recomendaciones, sino un empujón a la librería más cercana, porque la peripecia del actor porno Lost John se escribe con mayúsculas. Ante semejante apertura, ¿quién no continuaría recorriendo el alfabeto?

EÑE: NUEVOS ESCRITORES DE AMÉRICA LATINA. La Fábrica / 128 páginas / 10 euros