La adquisición de un animal conlleva una serie de cuidados y obligaciones que no siempre cumplen los dueños ya que en 2008 los expedientes sancionadores abiertos por infracción a la Ley de Protección Animal subieron un 30,6% respecto al año 2007.

En concreto, el año pasado se incoaron 81 sanciones por las 62 del año anterior, mientras que si la comparativa se fija en 2006 el número de multas por maltratro animal se han triplicado en la capital.

Según datos facilitados por la delegación del Gobierno de la Junta, el principal motivo para llegar a tal situación es que los animales (fundamentalmente perros y gatos) no cuentan con el chip obligatorio para su identificación mientras que hay una minoría de expedientes que se abren por maltrato, o incumplimiento de la ley sobre animales peligrosos.

Sanción efectiva

El proceso estipulado para estos casos prevé que los expedientes acaban en sanción efectiva si, una vez localizado el propietario, éste no corrige la deficiencia que dio lugar a la denuncia.

Precisamente, la Ley de Protección Animal contempla sanciones leves que van de 75 a 500 euros; las graves que oscilan entre los 501 y los 2.000 euros y las muy graves que pueden llegar hasta los 30.000 euros.

Además, las multas graves y muy graves derivan, en algunos casos, en el decomiso del animal y su traslado al depósito municipal o a alguna asociación animal que tenga convenio con la Junta.

Desde la delegación del Gobierno indican que el incremento de expedientes se debe al interés de la Junta por regularizar la situación de los animales y al trabajo de Policía y Guardia Civil.

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