"Cuando salga, iré a por mis amigos de los Miami para ir a por vosotros".

Con estas palabras, Carlos Monge, alias 'El Cuchillos', amenazó desde el hospital a los porteros de origen búlgaro que  le persiguieron tras asesinar a tiros a un portero rumano y a un relaciones públicas de las discotecas Heaven y Joy, situadas en pleno centro de Madrid, según informaron fuentes próximas a la investigación.

Tras ser detenido, Monge fue trasladado al hospital debido a las lesiones derivadas del forcejeo con los agentes durante su detención. En estos momentos, se encuentra en la Jefatura Superior de Policía de Madrid para prestar declaración. El Grupo X de Homicidios

Monge, de 26 años, tiene antecedentes penales por tenencia de armas, municiones o explosivos, amenazas, coacciones, lesiones y robo con fuerza.

El 16 de octubre de 2007, se le detuvo en Gandía en relación con un secuestro por encargo de un narcotraficante, dejándole en libertad provisional el titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de esta localidad valenciana.

Según fuentes de la investigación, los disparos se produjeron a raíz de una discusión que mantuvo Monge con Catalin Stefan, el portero fallecido, en el descansillo de la discoteca debido a que le emplazó a salir del local por los incidentes que estaba acostumbrado a provocar.

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Monge había logrado sortear el primer circuito de seguridad, asegurando a los búlgaros que se encontraban en la puerta que venía de parte de Santi 'El Negro', uno de los porteros de la discoteca Joy Eslava, próxima al Heaven Palace.

Nada más acceder al interior, se topó con 'Cata', uno de los empleados de seguridad "muy querido" por los clientes del local. La víctima le invitó a abandonar el local, a sabiendas de su fama de persona "conflictiva" y "muy violenta".

Cuando se dirigían a la salida,

Emprendió la huida a base de disparos, siendo perseguido por varios porteros y clientes. En la calle Hileras se topó con su segunda víctima, el relaciones públicas de la Joy, Alejandro Muñoz Rojas Marcos.

Fuentes policiales descartan que el agresor integre la banda de los Miami, ya que este grupo delictivo que surgió en los 90 está ya extinguido desde hace años. No obstante, dicen, es común que los delincuentes utilicen esta especie de marca para dar notoriedad de sus actos delictivos.

También descartaron que Monge acudiera a la discoteca para arreglar algunos asuntos con 'Cata' relacionado con el control del tráfico de drogas y seguridad en la noche madrileña.