La C-31 seguirá siendo la autopista que divide Badalona en dos, pero con un plan de mejora de sus laterales se buscará una mayor fluidez del tráfico, que los nuevos accesos sean más seguros y que la vía sea más amable a la vista.

Ayer, la Generalitat y el Ajuntament de Badalona firmaron un protocolo para la mejora de los laterales de la C-31, pero las obras no empezarán hasta «finales de año». La finalización de los trabajos está prevista para dentro de «dos a cuatro años», aseguró el conseller de Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal. Los trabajos servirán para dotar a Badalona de un nuevo acceso a la autopista desde el Torrent de Vallmajor que, además, permitirá canalizar el tráfico hacia y desde la B-500. El reto es que con los nuevos accesos no se entorpezca la

Para «eliminar» la autopista del paisaje urbano, el Ajuntament de Badalona ha encargado un estudio técnico que deberá decidir si es posible soterrar o cubrir la autopista a su paso por el municipio. Así lo aseguró ayer el alcalde de Badalona, Jordi Serra.