Entra en el laberinto y pinta sus paredes es el título de la primera exposición individual de Raúl Ruiz, también conocido como Sex, o con el alflamencado alias de El Niño de las Pinturas, en un espacio destinado al arte más joven, el Centro Rey Chico.

El Niño ya llevó su peculiar estilo a las paredes de bares o a un estudio de tatuaje y participó en la muestra colectiva El arte de la calle, pero es la primera vez que hace suyo un museo sólo para sus pinturas. Una veintena de piezas integran esta muestra con trabajos de distintas épocas. Algunas de ellas, creadas  para la ocasión, tienen cierto espíritu de actualidad, como le pasa al grafiti de la calle. Sorprende el expresivo retrato de un palestino, primera plana en estos días por desgracia.

No sólo con spray

Las técnicas que emplea El Niño no se ciñen únicamente al spray,  al igual que cuando trabaja en los muros al aire libre que también se lleva sus brochas y sus pinceles en el carrito donde carga todo el material. Como seña distintiva de los grafitis de Raúl Ruiz cabría destacar las evocadoras frases -escritas como a mano- que siempre incluye en sus piezas como diluidas en los colores y que invitan a reflexionar.

Ahora que el arte de la calle entra en el museo, podemos pasear por el Rey Chico como si fuera el Realejo y visitar esta exposición que está abierta de 11 a 14 y de 18 a 21 horas.

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