
La tercera prueba de paternidad a la que Borja Thyssen se ha sometido ha confirmado lo que ya hicieron las dos anteriores: el pequeño Sacha, hijo de Blanca Cuesta, lleva sangre Thyssen.
Al parecer, Borja accedió a pasar de nuevo por los tests a petición de su madre, Tita Cervera, quien nunca ha ocultado sus diferencias con Cuesta o sus dudas sobre que el niño fuera realmente su nieto.
"Los hijos de mis hijas son mis nietos; los hijos de mis hijos, lo son o no lo son", dijo en una ocasión en un programa de televisión.
Ahora, después de que la medicina haya hablado, el hijo de la baronesa ha publicado un sentido comunicado en la revista ¡Hola! en el que afirma que nunca dudó de que Sacha fuera su hijo. "Para mi es una vergüenza hacer pasar a mi mujer por esto (...) Accedimos para que mi madre se quedara tranquila y a ver si así miraba con más cariño a su nieto".
Según sugirió Thyssen, su madre podría estar descuidando sus deberes de abuela con el niño y ni él ni su pareja quieren privar a Sacha de su afecto. Ni tampoco de un capítulo importante en la familia: la herencia.
"No queremos que en un futuro el niño se pueda ver perjudicado a nivel económico o social por una decisión que Blanca y yo hemos tomado por una rabieta".
Por su parte, Blanca Cuesta no ha querido realizar ninguna declaración sobre este asunto.
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