Hace unas semanas nuestras autoridades locales -y también nacionales- presumían de lo bien que se estaban portando con nosotros porque iban a «congelar» las subidas de impuestos, tasas y servicios para 2009.

Pues congelados nos quedamos los ciudadanos al saber que tendremos que pagar mucho más de lo que está subiendo el coste de la vida -y de nuestros salarios-,  tres veces más en algunos casos.

Por ejemplo, el Ayuntamiento dijo que los tributos locales sólo suben el 4,5%,  «el IPC interanual». Sí, pero el que había el verano pasado. Y resulta que los precios no han hecho más que bajar en los últimos meses, hasta el punto de que 2008 se ha cerrado con una inflación del 1,5% (según el llamado IPC armonizado, el definitivo se conocerá en unos días).

Al igual que los impuestos locales, la mayoría de subidas de tasas y servicios públicos se calcularon según como estaban los precios hace unos meses, por lo que en realidad los pagaremos mucho más caros de lo que deberíamos.

Por ejemplo, los taxis, que suben un 4,9% por el encarecimiento del combustible (justo lo que más ha bajado desde el verano), más del triple que el IPC de 2008 y más del doble del previsto para este año (2%).

Peor aún es el caso de los buses: un 9% más en el billete sencillo (hasta 1,20 euros) pues si aplicaran el 1,5% de IPC pagaríamos sólo 1,6 céntimos más, en lugar de 10 por viaje. Y en el caso del agua, Emasagra también fijó un aumento del IPC en septiembre para los que menos gastan, pero, claro, era el IPC de entonces, el triple que el actual.

El gas baja

La tarifa del gas para uso doméstico será el único servicio público que baje para el presente año, y lo hará hasta un 3,62%. En el lado opuesto se encuentra la de la electricidad, que escalará más del doble que la inflación (3,8%). Más aún nos clavarán por descolgar el teléfono fijo: Telefónica nos cargará en torno a un 4% en muchos conceptos de su factura: cuota obligatoria (14,609 euros) o minuto de conversación dentro de la ciudad (0,0144).