Si usted es accionista es fácil que haya perdido bastante dinero este año. Escogiendo sólo algunas de las compañías más representativas del Ibex-35 se aprecian los efectos de la crisis en los parqués: si tiene acciones de Iberia habrá perdido uno de cada tres euros invertidos, si apostó por Inditex, uno de cada cuatro, si lo hizo por Ferrovial aún será peor: dos de cada cinco euros invertidos se habrán esfumado.

En términos generales, la Bolsa ha perdido casi un 40% de su valor. Es decir, cualquier persona que haya invertido en Bolsa este año habrá perdido de media, según los valores escogidos y si vendió o no vendió en un momento adecuado, uno de cada cuatro euros invertidos. En términos reales, las 35 principales empresas españolas valen hoy casi la mitad en Bolsa de lo que valían hace un año.

El valor que más ha perdido en este año ha sido Sacyr Vallehermoso, que ha caído un 76%, pasando de los 26 euros por acción de principio de año a los 6 actuales. Junto a ellos, Acciona, que ha perdido un 74% de su valor, tras pasar de valer 81 euros a principio de año a quedarse en apenas 20. BME, La Caixa y Ferrovial cierran la lista de las mayores caídas con un 60%.

Son sólo algunas de las consecuencias de un año en el que el principal índice bursátil español ha vivido una continua caída. Desde su arranque el 2 de enero de este año con 15.101,9 puntos hasta su cierre de hoy, última sesión del año, cuando ha conseguido salvar los 9.000 puntos a duras penas tras ganar un 1,98%.

Caída de récord y rebote inédito

En medio, doce meses de vaivenes económicos, una caída continua e ininterrumpida en la que se han registrado los peores datos de su historia: el 21 de enero se dejó un 7,54% de su valor en lo que supone la tercera peor caída, el primer aviso serio de lo que estaba por venir.

Tras el verano los acontecimientos se precipitaron: pasó de caer un 9,14% el 10 de octubre, la peor caída de su historia, a subir un 10,35% tres días después, en la mayor subida de las registradas hasta la fecha.

Pero ese rebote no logró disipar los temores de los inversores, que han visto como en menos de un año se ha pasado del máximo histórico registrado el 9 de noviembre del año pasado, cuando el índice cerró con 16.040 puntos, hasta el mínimo anual que cerró el mes de octubre con 7.905 puntos.