María José Carcelén: "El deterioro de los mayores en residencias tras meses encerrados no lo ha hecho la Covid sino la falta de atención"

María José Carcelén durante una protesta de la coordinadora de la que es portavoz ante el Parlament de Catalunya.
María José Carcelén durante una protesta de la coordinadora de la que es portavoz ante el Parlament de Catalunya.
CEDIDA
María José Carcelén durante una protesta de la coordinadora de la que es portavoz ante el Parlament de Catalunya.

La Coordinadora de Residencias 5+1 no olvida lo sucedido en las residencias catalanas y del resto de España durante el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus. Y seis meses después siguen clamando justicia para las personas mayores que murieron en los geriátricos "en condiciones absolutamente indignas" y para los que sobrevivieron con un "deterioro" importante.

No pueden obviar que, "durante semanas no fueron derivadas a los hospitales y no tuvieron una atención sanitaria y médica". 

"Murieron en condiciones impropias de una sociedad civilizada. Creemos que hay que pedir esta justicia porque de momento nadie ha asumido responsabilidades. Muchos de los que sobrevivieron quedaron llagados, desnutridos y deshidratados, como prueban los informes en poder de los familiares", afirma la portavoz de esta combativa entidad que agrupa a familiares de internos, María José Carcelén. 

El pasado sábado 26 de septiembre se concentraron ante el Palau de la Generalitat en la plaza Sant Jaume de Barcelona (12 horas) para exigir "un cambio radical del modelo de atención" en las residencias, incluidos los centros dependientes del ejecutivo catalán. Esperan que les atiendan "personas con capacidad de decisión" en las conselleries de Salut o Afers Socials, algo que no ha pasado en lo que llevamos de pandemia, lamentan.

"Murieron en condiciones impropias de una sociedad civilizada. Creemos que hay que pedir esta justicia porque de momento nadie ha asumido responsabilidades"

Interpusieron en mayo una denuncia ante la Fiscalía por lo ocurrido en 30 residencias catalanas durante la pandemia.

Tenemos muy claro que durante muchas semanas del estado de alarma los ancianos no fueron derivados a los hospitales. Alguien decidió que se podía prescindir de una parte de la población por ser mayores. Murieron en las residencias enfermos de Covid y esto a nuestro juicio es un delito. Algún familiar se enteró incluso de que su mayor había muerto porque lo llamaron desde la funeraria. Tenemos muy claro que si murieron es que estaban enfermos de Covid y muy graves. 

¿Cuál es el panorama en los centros de mayores seis meses después y ante una ola de rebotes?

Insistimos en que hay que hacer un cambio urgente del modelo de residencias. La pandemia ha sacado a la luz lo que ya existía en los geriátricos. Desde 2017 luchamos porque se cambien estas condiciones y pedimos enfermeras de noche y la modificación de las ratios para aumentar la dotación del personal. Que las personas mayores vuelvan a ser atendidas por los centros de atención primaria. Y sanciones por faltas muy graves a las gestoras que las obliguen a no poder trabajar más con personas vulnerables. Quien tenía la posibilidad de cambiar todo esto lo sabia y es la Generalitat. Ahora queremos lo que pedíamos antes pero agravado por la situación de la pandemia.

Son muy críticos con las gestoras.

Es que lo que tenemos ahora es un modelo hotelero y mercantilizado de los geriátricos con empresas que ponen el beneficio por encima de la atención a las personas. Son residencias convertidas en aparcamientos de ancianos. Han de ser más pequeñas, de no más de 60 personas. Donde la persona sea el centro. Y es imprescindible cambiar de arriba a abajo la Cartera de Serveis, de 2010, cuando los internos eran medianamente autónomos. 

Ahora, con una sociedad aún más envejecida y con listas de espera larguísimas para entrar a los centros, son personas muy dependientes. Por ello necesitamos mucho más personal. Hay una ratio que se incumple sistemáticamente de un gerocultor por cada 10 ancianos. Esto es absolutamente inviable. 

"Lo que tenemos ahora es un modelo hotelero y mercantilizado de los geriátricos con empresas que ponen el beneficio por encima de la atención a las personas. Son residencias convertidas en aparcamientos de ancianos"

¿Qué ratio de internos por cada gerocultor proponen?

Queremos una ratio de un gerocultor por cada cuatro ancianos y que sea imprescindible el servicio de enfermera de noche. Ahora, con suerte, hay un gerocultor por planta, y esto supone de 28 a 40 personas a atender. La mayoría de las veces son trabajadores sin formación porque este sector es el que tiene el peor convenio del Estado. Han de suministrar medicación, hacer cambios posturales y de aseo, y si el interno tiene un problema médico de cualquier tipo es evidente que no pueden darle respuesta. Una enfermera puede dar medicación y estaría en condiciones de reaccionar ante un problema de salud de personas mayores en su mayoría con múltiples patologías.

Mantienen que el encierro de los ancianos les ha causado un daño irreparable.

Antes de la pandemia, las familias ya éramos conscientes de que no había una atención adecuada. Muchas se turnaban para ir a la hora de la comida y de la cena y sacarlos al jardín. Otras ponían a personal contratado para hacer ese trabajo. Tras haber cerrado el acceso a los familiares, hemos visto a personas deterioradas física y psíquicamente cuando antes caminaban o interactuaban con la familia. Mayores que han adelgazado hasta 15 kilos. eso no lo ha hecho la Covid sino la falta de atención. Han estado meses encerrados en una habitación dos personas sin poder salir en todo el día, sin actividades, sin ver a la familia. Todo esto lo da este modelo que no funciona.

"La solución para que no internos no enfermen no es encerrarlos en una habitación como si fueran un mueble viejo y tirar la llave al mar"

La solución para que no enfermen no es encerrarlos en una habitación como si fueran un mueble viejo y tirar la llave al mar. Y las familias no somos el foco de infección. ¿Cómo se han infectado durante todo ese tiempo en el que no  hemos estado los familiares?. Muy sencillo: porque el vector de contagio son los trabajadores que son los que les visten, les asean y les dan de comer. Y los familiares somos su razón de vida. El contacto con sus hijos y con sus nietos es su único nexo con el mundo. Para salir necesitan la autorización de la dirección de la residencia. A los mayores se les sigue considerando ciudadanos de segunda. Y ese aislamiento les está haciendo un daño emocional irreparable.

Aseguran que hay residencias que siguen sin permitir visitas.

Nos consta que en muchas se sigue incumpliendo las visitas de un día a la semana media hora. Para confinarnos a nosotros se necesita estado de alarma pero para los ancianos lo puede hacer cualquiera, las gestoras. Se delegan competencias en empresas privadas y por eso interpusimos un recurso el pasado 1 de septiembre ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que está en proceso. 

El decreto de flexibilización de visitas de la Generalitat del pasado 14 de septiembre tampoco les convence.

Lo que está ocurriendo es que, como mucho, las familias tienen derecho a una visita de media hora que encima se incumple sistemáticamente sin que la Generalitat haga nada al respecto. Muchos mayores piensan que han hecho algo malo y que por eso no les visitan sus familiares.

¿Por qué se incumple?

Muy sencillo. Si las familias entramos tienen que hacer mas trabajo de desinfección, se gastan más EPIS y sobre todo vemos y controlamos lo que pasa dentro. Quien tiene la tutela cuando no se valen por si mismos no son ni la Generalitat ni las gestoras sino las familias. Tenemos un plan sectorial hecho a medida de los intereses de la patronal.

Ven insuficientes los protocolos de prevención en los centros de cara al otoño.

Nos están informando de que hay trabajadores que han vuelto de vacaciones y a los que no se les han hecho tests. Tampoco a empleados de nuevo ingreso. Pedimos que cuando haya un sospechoso o positivo no solo se hagan tests a sus contactos estrechos. Sin embargo, la solución sigue siendo que los familiares solo vayamos a verlos media hora a la semana.

Tendrían que hacerse tests rápidos porque hay muchos ancianos asintomáticos que contagian el virus. Lo que realmente es prevención es hacer tests a todos los trabajadores y cuando haya un caso positivo hacérselo a toda la residencia y eso no se está haciendo. Asegurarnos de que haya una reserva de EPIs para tres meses como mínimo para que no se vuelva a tener que trabajar con bolsas de basura. Y tener preparados centros intermedios para derivar a las personas. Si estamos al comienzo de la segunda ola no podemos permitirnos llegar a la misma situación de marzo.

"Tendrían que hacerse tests rápidos porque hay muchos ancianos asintomáticos que contagian el virus"

¿Siguen sin interlocución directa con Salut y Afers Socials?

Algo que prometió la Generalitat y aún no hemos visto es el refuerzo de las residencias con 1.800 gerocultores y con enfermeras de noche. Por todo esto no queremos solo una reunión de protocolo como la que hemos tenido con una asesora del president, o la que tuvimos el pasado 15 de julio, en la que había representantes del Consorci Sociosanitari de Barcelona, en la que nos dijeron que pondrían aparatos de oxígeno en solo seis residencias de todas las que hay en Barcelona ciudad. Tenemos que reunirnos con quien tenga capacidad de decisión en las conselleries de Salut y Afers Socials. Estaría bien que alguien de la Generalitat, y a ser posible del president, nos atienda.

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