Un simulacro organizado por AENA en el aeropuerto de Jerez de la Frontera (Cádiz) se convirtió en casi un caso real al detectar los perros enviados a tal misión un paquete sospechoso que finalmente se comprobó que no contenía sustancias explosivas pero que provocó el cierre momentáneo de las instalaciones y el desalojo de la zona de llegadas.

Según informaron desde la Subdelegación del Gobierno en Cádiz y de la Guardia Civil, se estaba desarrollando el simulacro cuando los perros del Servicio Cinológico detectaron un paquete sospechoso. Según fuentes cercanas al caso, el paquete fue "marcado" hasta por dos perros diferentes.

Tras avisar a los Técnicos Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax), realizaron una explosión controlada de la bolsa sospechosa hallada y pudieron comprobar posteriormente que no contenía ninguna sustancia explosiva en su interior.

Así, las instalaciones permanecieron sin actividad durante una hora después de que se localizase la bolsa, que, según la Subdelegación del Gobierno, parecía contener un cable eléctrico. No obstante, sólo se vio afectado el pasaje de un vuelo que acababa de aterrizar, por lo que la salida de éste del aeropuerto se produjo por el área de Salida de vuelos.

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