"Mírala cara a cara que es la primera...". Ellos no han oído en su vida esta archiconocida sevillana pero sin embargo, pronto sabrán bailarla. Todo gracias a la nueva asociación En-Señas, creada recientemente, que se ha propuesto integrar a las personas sordas a través del baile. Para empezar, algo fácil: nada mejor que las sevillanas.

Se trata de un proyecto piloto impulsado por Gracia Saucedo, profesora de flamenco y filóloga, que ha hecho un hueco en su agenda para enseñar a los no oyentes nuestro baile más tradicional para «que estas personas se sientan uno más en la Feria o en cualquier fiesta, que bailen como cualquiera y no se sientan desplazados». En noviembre fue la primera clase. El viernes 19 será la segunda.

«Queremos animar a todas las personas sordas interesadas a que se apunten, que se lo pasarán muy bien», dice Cristine Schaetz, miembro de esta asociación. «Los primeros alumnos me dijeron que habían podido seguir bien los pasos», señala la maestra. Al terminar, aplaudieron levantando las manos.

Por las vibraciones

¿Cómo pueden bailar si no escuchan el ritmo de la sevillana? «Es fácil, ellos sienten en el suelo las vibraciones de los pies, por eso intento zapatear fuerte. Además, lo retienen todo muy bien mirando los pasos», explica Gracia.

La primera experiencia fue sin música. En esta próxima clase la incorporará. «Estoy investigando cómo hacer que sientan la música: usaré palillos y palmearé más fuerte. A ver cómo reaccionan. Ellos también me pueden enseñar mucho a mi».

La clase, gratis, se celebrará el viernes 19 en la Facultad de Filología (Aula 117), desde las 18.30 h.

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