Para conseguir los máximos apoyos se unirán a las asociaciones del resto de barrios afectados por el proyecto y se colocarán en punto estratégicos para recoger firmas. Además, intentarán participar en el pleno del Ayuntamiento en el que se aprobarán los presupuestos del año que viene.

«Nos parece un proyecto innecesario. Hay otras muchas necesidades en los barrios como para gastarse 3 millones de euros en una construcción que no beneficiaría a nadie», aseguró el presidente de la asociación de vecinos, Miguel Ángel Niño, quien añadió que ese gasto debería mirarse más sobre todo «en épocas de crisis».

«A nosotros nos complica la vida totalmente. La calle Rábida no soportará tanto tráfico, ya está colapsada, y el barrio tampoco está  preparado para que entren más coches por esta zona», aseguró.

Niño finalizó también mostrando su optimismo en el que el  puente no salga adelante. En el caso contrario se plantearían medidas de protesta más duras.

Por el medio de una chopera

Otra de las críticas más destacadas de los vecinos es que el puente partiría por la mitad un paseo con grandes chopos junto al río Pisuerga y también el parque Ribera de Castilla.

«Es uno de los pocos espacios de la ciudad en el que se puede pasear sin ruidos y sin la contaminación de los coches», lamenta Miguel Ángel Niño. Ellos proponen que esta construcción se convierta en una pasarela peatonal y para bicicletas en lugar de para coches.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE VALLADOLID