Evitar los conflictos con los residentes y preservar la seguridad de las mujeres. Son las dos premisas sobre las que se desarrolla uno de los artículos la ordenanza para la convivencia que ultima el Ayuntamiento de la capital.
La nueva norma, que el Consistorio pretende aplicar a partir del próximo verano, regula un conjunto de actividades y conductas de lo más vario pinto, entre las que se encuentra la prostitución. Las fuentes municipales consultadas subrayan que «no se trata de prohibirla, sino de establecer unos límites para propiciar la convivencia entre las mujeres que la ejercen y los vecinos de las zonas donde suelen trabajar».
La normativa, basada en la que ya aplican en ciudades como Barcelona, persigue «preservar a los menores de la exhibición y prácticas de los servicios sexuales», por lo «incluirá una cláusula para que las prostitutas no trabajen a menos de 200 metros de un centro educativo», por ejemplo, añaden las mismas fuentes.
Eso sí, en ningún momento el Consistorio se plantea «llevar a las chicas a las afueras porque se crearían guetos y no podría garantizarse su seguridad». Es un matiz en el que han insistido los colectivos y ONG's que atienden a las prostitutas de la ciudad con los que consensúan, junto al Defensor del Ciudadano, la normativa.
Por su parte, las asociaciones de vecinos de las zonas frecuentadas por prostitutas, -por ejemplo la carretera de Jaén-, apelan también a la protección de los menores, «que ven como las mujeres exhiben sus cuerpos a plena luz del día».
Actos sexuales en vías públicas
Este artículo también afecta a las parejas que realicen actos sexuales en calles o parques públicos. Así, «aunque no está previsto que se les multe», la Policía tendrá el respaldo legal para obligarlas a «que desistan de su actividad».
Dicho apartado vendrá acompañado de un Programa para la Ordenación del Trabajo Sexual que contemplará servicios y ayudas a prostitutas.
Mendicidad agresiva: gorrillas
El Ayuntamiento regula por primera vez la figura del gorrilla o aparcacoches. Prohibe la mendicidad insistente y agresiva, la venta de pañuelos a conductores y la limpieza de los parabrisas de coches.
Sobre menores: pegamentos, acoso...
Serán perseguidas todas las conductas que se consideren de agresión o asedio a menores, así como el acoso entre ellos. Así, la norma prohibe la venta a menores de pegamentos colas y otros productos inhalables.
Ni trileros, ni insultos
Queda igualmente prohibido el ofrecimiento de juegos en la calle que impliquen apuestas con dinero o bienes. Los insultos serán penalizados y los «garabatos», que no los «grafitis artísticos».
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