Be water my friend, el conocido lema del anuncio, podría ajustarse perfectamente a la idea que Óscar y Ángel tienen del wing tzun, un arte marcial chino que imparten desde 1993 en el gimnasio Sport Fitness. «Es el concepto del yin y el yang. Tienes que ser como el agua», explica Óscar.

El wing tzun es un tipo de defensa personal que mezcla estrategia y conceptos que lo hacen muy original. Se basa en la economía de movimientos y en aprovechar la fuerza del contrario.

No tiene nada que ver con otras artes marciales, basadas en técnicas preestablecidas. «El karate consiste en repetir lecciones», comenta Ángel.

Sin embargo, el wing tzun no es muy conocido. «No es un arte marcial muy vistoso, no tiene patadas altas como el taekwondo, pero va directo a solucionar el problema», afirma Óscar. Quizás por eso les gusta tanto. «Es simple y eficaz».

Los que lo practican son aquellos que están ya inmersos en las artes marciales. Es más, Óscar hacía karate y, por casualidad, lo conoció y se cambió al win tzun.

En Valladolid existen apenas un par de gimnasios donde se enseña. De hecho, Ángel realizó un curso pionero en la ciudad en 1991. «Desde entonces lo he practicado de forma ininterrumpida, y desde el 1993, de una forma oficial».

Aunque cada uno de ellos tiene su trabajo, esta labor ha pasado de ser una mera afición. «Me ha creado auténtica adicción», afirma Ángel. Dedican dos horas a la semana a entrenar, y si tienen algo más de tiempo libre, lo destinan a este arte.

También practican esgrima, un deporte con conceptos similares, pero en el que se usan armas.

Por supuesto, ambos son fans de Bruce Lee, que también practicaba este arte marcial.

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