Trabajar se ha convertido en algo complicado para la Policía Nacional. No es por falta de ganas sino por falta de medios. La comisaría de Campo Madre de Dios está en mal estado y los agentes no pueden atender a los ciudadanos como deberían, según la Confederación Española de Policía (CEP).

Desde los sindicatos se quejan que son ya muchos meses los que este centro está masificado de personal, con el 80% de la plantilla trabajando allí, lo que suponen 400 personas. Todo esto se debe a que en estas instalaciones se está acogiendo a los funcionarios de la comisaría de Doctor Fleming que continúa de obras, a pesar del buen ritmo de las mismas.

Además, otro de los problemas es que el edificio tiene más de cinco décadas y que el paso del tiempo se ha hecho mella en él. Las últimas lluvias han dejado al descubierto sus carencias como las goteras que reciben a los vecinos cuando van a sacarse el carné, la falta de calefacción, sin folletos informativos y también los cortes de agua que sufren en los servicios, por problemas en las tuberías. «Me parece muy fuerte que una comisaría tenga goteras en las distintas dependencias y que falte hasta papel, si esto se paga con mis impuestos», explica una mujer embarazada que acude para renovarse el DNI.

Presupuesto agotado

Desde el sindicato CEP de la Policía Nacional aseguran que se está gastando el presupuesto de 2009 para distintos arreglos sobre todo en automoción, porque los de 2008 llevan bastantes meses agotados y que por muchas reformas que se le hagan a la comisaría sigue siendo vieja. El problema es que de los 140 vehículos que cuentan sólo seis son nuevos.

«El resto no está en condiciones para realizar una buena labor de cara al ciudadano», aseguran desde CEP. El futuro tampoco se presenta muy prometedor pues el problema, según aseguran los sindicatos, es la falta de espacio.

De este modo, lo ideal para el sindicato policial es tener una comisaría provincial grande que agrupara a todos los efectivos, porque la de Fleming se queda pequeña. Además, en los últimos años la ciudad ha crecido y los agentes y las comisarías son escasos para atender como deberían a los ciudadanos.

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