La pelea entre carteles por el control del estado de Sinaloa, considerada la cuna de los principales capos mexicanos, se saldó este jueves con el asesinato de 13 hombres, cuyos cadáveres fueron encontrados junto a un camión estacionado cerca de una carretera.
En Sinaloa, donde el tráfico de drogas surgió en los años 20 del siglo pasado con la llegada de emigrantes chinos que cultivaron amapola, han nacido los principales capos mexicanos históricos y actuales, entre otros Joaquín El Chapo Guzmán y los hermanos Beltrán Leyva, antes aliados en el cártel del Pacífico y a partir de este año acérrimos enemigos.
El asesinato hoy de 13 hombres, que se suman a los más de mil atribuidos al crimen organizado en lo que va de este año en Sinaloa, se inscribe la guerra entre facciones por el control de territorio.
Estas "ejecuciones" (asesinatos) responden a ajustes de cuentas entre organizaciones que sienten que le están invadiendo rutas de tráfico de drogas, armas o personas, explicó Alberto Islas, especialista en asuntos de seguridad.
Sinaloa, donde las autoridades han desplegado este año a unos 3.000 agentes federales y militares para contener la violencia del crimen organizado, es utilizado por los barones de la droga para producir marihuana y cocaína, y además para traficar hacia Estados Unidos cocaína y metanfetaminas.
La lucha a muerte entre la gente de Guzmán y los Beltrán Leyva (que ahora están con el cártel del Golfo) se originó, según fuentes oficiales, después de la detención en enero pasado de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, cuyos hermanos atribuyeron a una delación de El Chapo.
Con el tiro de gracia
En la matanza de este jueves, los 13 cadáveres, que estaban boca abajo, con las manos atadas y al parecer tenían el tiro de gracia, fueron dejados sobre un camino que comunica al poblado de Coyotitán, cerca de la carretera México 15, y frente a una gasolinera.
Ninguno de los cuerpos, que fueron puestos en línea sobre el suelo, ha sido todavía identificado. Todos los acribillados tienen menos de 20 años.
En lo que va de año más de 5.000 personas han sido asesinadas en México en acciones relacionadas con el crimen organizado, según datos extraoficiales, una cifra récord que casi dobla a los 2.700 muertos del 2007 y supera en mucho a los 1.500 del 2006.
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