Estos son los errores más comunes que cometemos al hacer pasta en casa (y cómo evitarlos en un solo paso)

Este dispositivo es capaz de preparar cuatro formas de pasta diferentes.

Aunque durante una época se ha considerado una enemiga de la dieta saludable, gracias a la filosofía realfood (y su apuesta por lo casero), son muchos los que se han reencontrado con la pasta y con las decenas de recetas con las que se le puede sacar partido... ¡y que no llevan nata! Numerosas versiones que, si van de la mano de una elaboración hand made, en la que controlemos la cantidad (y la calidad) de harina, se convierten en aliadas de una alimentación variada y rica que siga los preceptos de la pirámide nutricional mediterránea con la que hemos crecido.

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Claro que, para ello, hay que controlar la receta y evitar los errores más frecuentes que la mayoría cometemos cuando intentamos llevarla a cabo por primera vez en casa. Uno de los más comunes es el que tiene que ver con las cantidades: la harina y el huevo deben estar en su justa medida para evitar que quede pegajosa o quebradiza, pues ni podremos amasarla ni cocerla como es debido. Tampoco conviene trabajar la masa en superficies muy frías, ya que la mezcla perderá calor y darle forma será mucho más difícil; así, la mejor elección es la madera. Por ello, no conviene utilizar huevos fríos ni tocar la masa con las manos sin secar.

No obstante, para aquellos que no están dispuestos a corregir sus vicios culinarios, existen herramientas de cocina que nos permiten disfrutar de la mejor pasta casera sin hacer demasiados esfuerzos. Sirva de ejemplo la máquina de hacer pasta y fideos de Philips (con una rebaja de más de 30 euros) que nos ayuda a preparar una pasta fresca y deliciosa para que la aliñemos con nuestra salsa preferida. Además, este dispositivo incluye libro recetas para guiarnos en nuestras primeras elaboraciones para que luego podamos probar con diferentes tipos de harina y hasta añadiendo zumos vegetales. ¿Quién puede resistirse al sabor de la pasta fresca?