Tres ingredientes que combinan a la perfección con la pasta fría

La pasta nos gusta. Y es buena. Es versátil, fácil de hacer y la podemos disfrutar caliente, claro, pero también fría. Las ensaladas de pasta son un clásico del verano, que gusta a grandes y, esto es lo más importante, a pequeños.

Hemos hablado de que las ensaladas, un plato imprescindible en verano, admiten muchas variantes. La base, a la que añadiremos luego verduras y frutas, puede ser la patata, las legumbres o el aguacate, como ya vimos, pero también la pasta.

Se adapta a todo y además es sana. La pasta nos aporta hidratos de carbono de absorción lenta. No contiene colesterol y sí grasas vegetales, pero en cantidad muy pequeña. La pasta aporta también fibra vegetal y contiene vitaminas del grupo E y B.

Para una ensalada de pasta algunos consejos básicos:

¿Qué le podemos poner a una base de pasta fría para hacer una buena ensalada? Casi de todo, pero con límites (tampoco haríamos un bocadillo de cualquier cosa). Evita productos muy calóricos (estamos elaborando un plato sano) y cosas como los palitos de cangrejo, que muchas veces ni sabemos de qué están hechos (de cangrejo, por supuesto que no).

Información práctica

Nosotros apostamos esta vez por tres ingredientes que combinan a la perfección con la pasta fría: el queso, los escabeches y, claro, las hortalizas.

Queso

La pasta fría es aún menos sabrosa que la pasta caliente, así que el queso le va a ir muy bien, pero especialmente si nos apoyamos en quesos intensos. Por ejemplo, un queso feta, ligero pero salado. El queso curado es perfecto, pero vigila el tamaño de los trozos: si son demasiado grandes podemos tener una bomba de sabor en la boca.

También nos vendrá muy bien usar queso fresco tipo Burgos, ricotta o mozarella. En estos casos, junto a nuestras verduras favoritas, puede venir bien un golpe de sabor, del tipo pollo o pescado, o, más fresco y veraniego, de frutas.

Algunas ideas para una ensalada de pasta con queso:

Escabeches

Ya decimos que la pasta fría puede ser sosa, insípida. Por eso podemos arriesgarnos más a la hora de condimentarla que lo que haríamos con un plato de pasta caliente.

En ese sentido, una opción estupenda son los escabeches, los de lata y los otros, los que preparemos nosotros en la cocina. Así que puede valer desde el atún o bonito en escabeche, lo más socorrido, a unos mejillones en escabeche, pasando por una codornices o un pollo escabechado.

Algunas posibilidades con los escabeches:

Hortalizas

Pueden valer muchas de nuestras clásicas verduras, pero no todas, o no de la misma manera. En todo caso, conviene que cortes los ingredientes al tamaño de la pasta. Si son más pequeños irán quedando al fondo del plato... para el final.

Cuidado con las verduras de hoja. El aliño las va a echar a perder. De manera que si, pese a todo, usas lechuga o espinacas añádelas al final, después de la salsa de la ensalada.

Mejor evita usar hortalizas crudas. Para nuestra ensalada quedarán mejor si son asada, cocidas o han pasado un poco por la plancha, ya sea brócoli, berenjena, zanahoria o espárragos. De igual modo con el tomate: mejor el seco. Si aún así usas tomate fresco, asegúrate de que tengan mucha carne y poca agua.

Algunas ideas: