El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha recibido este lunes de manos del embajador de Japón en España, Motohide Yoshikawa, el diploma y la insignia de la orden del Sol Naciente, en un acto que ha aprovechado para destacar que la carrera olímpica entre Madrid y Tokio para organizar los Juegos de 2016 no perjudicará en nada a las buenas relaciones que mantienen España y Japón.

Yoshikawa ha destacado en su discurso la "contribución" realizada por Gallardón al "fortalecimiento de las relaciones entre Japón y España" desde su condición como "una de las principales figuras en el escenario político español", razón por la que se le hizo entrega de la condecoración.

"No quisiera dejar de hacer mención a que la ciudad de Madrid se está esforzando para la organización de los Juegos Olímpicos de 2016. Como saben, Tokio también es candidata y somos rivales. Está muy claro que, en este aspecto, no podremos contar con el apoyo del señor alcalde", ha bromeado Yoshikawa, añadiendo que ésta es "una gran oportunidad para que ambas ciudades se estimulen mutuamente" y para que "la rivalidad una más (a ambas ciudades) en el mutuo entendimiento y la amistad".

"Limpia competición"

Por su parte, Gallardón ha considerado que "competir por un mismo sueño no significa que la rivalidad" vaya a distanciar a las dos ciudades, sino antes al contrario las está "uniendo". "Y quizá esa apasionada asimetría de los afectos que modelan el jardín de la amistad entre las ciudades y los pueblos no tenga expresión más feliz que la del mundo limpio de la competición deportiva", ha añadido.

Además, ha recordado que ambas urbes comparten una "aspiración", y agradeció que, "con ocasión de esa limpia competición", los equipos de la candidatura olímpica madrileña y japonesa han tenido ocasión de "conocer ese entendimiento del juego deportivo". "Hemos tenido ocasión de compartirlo en México, en Indonesia, en Turquía y dentro de poco lo haremos en Denver, Nueva Zelanda y Lausane", ha añadidp.

El acto de entrega de la condecoración, ha tenido lugar en el Salón de Actos del Palacio de Telecomunicaciones, que había sido decorado a la japonesa para la ocasión con centros florales nipones y que estaba ambientado con música tradicional japonesa. Además, la presentación fue llevada a cabo por dos hijas del Sol Naciente vestidas con los típicos quimonos.