Así lo ha asegurado durante la visita a las obras de peatonalización de San Agustín que han arrancado esta semana y que durarán un mes, donde ha puesto en valor la intervención, que "beneficiará la actividad comercial de la Avenida del Oeste ya que amplía el espacio público para la ciudadanía y crea un espacio más amable en un enclave singular".

El proyecto cuenta con un presupuesto de alrededor de 70.000 euros y afecta a una superficie de unos 300 metros cuadrados de la plaza, situada entre las tres dársenas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que sirven como distribuidoras de las líneas de autobuses, y la fachada de la iglesia de San Agustín. Ha agradecido a la Marina de València la cesión de mobiliario y otros elementos que han permitido abaratar costes.

Respecto al color del pavimento, ha explicado que al tratarse de un entorno protegido se ha optado por integrarlo con la acera existente, por lo que será del mismo tono gris que el actual.

"DE DÁRSENA A AUTÉNTICA PLAZA"

"Este espacio se convertirá en una plataforma peatonal única sin desniveles y de la misma tonalidad", ha precisado, y "después de muchos años como dársena de autobuses, se transformará en una auténtica plaza donde poder sentarse y disfrutar de una de las entradas al centro histórico".

Gómez ha precisado que "prácticamente no afectará al tránsito de vehículos" porque la circulación se desviará por la calle Huesca y, por lo tanto, no genera problemas.

La edil ha precisado que la crisis de la Covid-19 "ha acelerado la recuperación de espacio público y en el caso de València está en la sintonía de consolidar la ciudad de plazas". Y ha recordado que el Gobierno permite destinar parte del remanente "a este tipo de intervenciones de urbanismo táctico".