El estado de ánimo general de los espectadores es bajo, a causa de la crisis y los guionistas y productores de la industria estadounidense lo saben. Y en medio de esa situación de desazón por la marcha de la economía, las series sobre gente adinerada inundan la tele. En España, por ejemplo, vemos Sexy Money o Mujeres desesperadas, que muestran la vida de ciudadanos despreocupados por el dinero.

Sin embargo, las cabezas pensantes de Hollywood ven ahora la necesidad de retomar los hilos argumentales de series orientadas a la clase obrera, como las que predominaban en los ochenta. Se trataría de series del estilo de Roseanne, Primos Lejanos o Búscate la vida.

"Muchas series tienen argumentos centrados en la riqueza y la opulencia y eso puede chocar con la situación actual. Creo que las audiencias necesitan cosas con las que puedan identificarse" asegura Suzan Olson Davis, guionista de Salvando a Grace.

Pero además, también están por llegar más series policíacas o de investigación, como la exitosa CSI. "Durante una época de grandes problemas, a la gente le gusta ver que hay problemas que se solucionan" explica Paul Kagan, de la agencia creativa PK.

Los guionistas perciben un abismo cada vez  más grande entre el público y series como 90210, en una época en la que "los bancos fallan y crece el desempleo" hace ver John Greene, creador de series como Ley y orden. En Estados Unidos la vista ya está puesta en estos nuevos temas y tramas y los episodios piloto de algunas nuevas series para la clase obrera empiezan a rodarse.