En un comunicado, la Conselleria ha recordado que la tormenta entró por Cala Gració con vientos de hasta 140 km/h, se canalizó por un torrente y llegó al norte de S'Atalaia de Sant Antoni, afectando a unas 300 hectáreas del municipio.

El presupuesto de las actuaciones asciende a casi 152.000 euros que asumirá la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad, que ha encomendado su ejecución a la empresa pública Tragsa. Esta semana, los operarios harán las primeras tareas antes de la llegada de la maquinaria pesada, a comienzos de la próxima semana.

Los daños observados por los técnicos del Servicio de gestión forestal suponen una acumulación "extraordinaria" de restos vegetales dentro de la masa forestal, pero también cerca de vías de circulación y viviendas. Esta situación puede originar problemas, como caídas de árboles encima de infraestructuras, un mayor riesgo de sufrir incendios forestales, así una mayor afección de plagas.

TRES EJES DE ACTUACIÓN

Las actuaciones se dividirán en tres ejes de actuación, con un orden de prioridades en base a la urgencia. Así, el eje 1 o de Seguridad supondrá la retirada de pies de árboles con riesgo grave de caída. Los trabajos afectan a unos 5 kilómetros de vías y a numerosos accesos a viviendas.

También está prevista la retirada de pies en los márgenes de carreteras o pistas forestales, en una anchura de 20 metros a ambos lados, así como en el área recreativa de uso público.

En cuanto al eje 2 o de Gestión, se prevé la extracción del arbolado abatido dentro de los hábitats forestales donde sea viable su extracción a corto plazo. Asimismo, se colocarán trampas de feromonas para perforadores de pinos, con la revisión y sustitución periódica de los atrayentes o cebos.

En cuanto al eje de Evaluación de la recuperación ambiental, se realizará un seguimiento de la masa forestal afectada. Donde no sea posible actuar a corto plazo, se realizarán actuaciones para valorar su estado y la posibilidad de actuación a medio y largo plazo.

Estos trabajos reducirán el riesgo de que el estado de conservación del medio se degrade. En ningún caso supondrá un riesgo de graves transformaciones ecológicas negativas.