En los barrios que rodean al nuevo hospital Río Hortega, Zambrana y Canterac, ocurre como en el resto de España, que puede faltar de todo, menos un bar y ¡cómo no!, una sucursal bancaria.

Haberlo, aunque escaso, ya lo hay. Y de hecho, están a la espera de que se inaugure cuanto antes el complejo hospitalario para ver crecer sus negocios como la espuma. Tanto ellos, como los posibles emprendedores que esperan, agazapados, para tantear cómo evoluciona la zona y lanzarse a la aventura.

Por su parte, y aunque nunca llueve a gusto de todos, muchos vecinos creen que será todo un empujón a la zona. «Menos mal, porque hasta que han abierto el acceso desde la ronda parecía que estábamos en el pueblo; ahora, por lo menos, pasan coches y se ve gente paseando que viene a ver cómo se llega al hospital», nos cuentan.

En la parte de Zambrana no, pero en Canterac aún hay locales comerciales por explotar. A pocos que se animen, serán más servicios y más cercanos para el barrio.

Víctor. Cafetería-restaurante Leonor. «Lo estábamos esperando»

«Inauguramos hace un año pensando que el hospital estaría listo en diciembre o enero. De hecho, montamos aquí el negocio debido a la apertura del nuevo Río Hortega. O sea, que lo estábamos esperando. Creo que sí que vendrá mucha gente a tomar café o a comer. Las tablas nos funcionan muy bien y vamos a dar chocolate con churros. Abrimos todos los días y a lo mejor ampliamos los horarios».

Mª Carmen. Propietaria de quiosco. «A ver si ahora vendo alguna revista más»

«Este es un barrio en el que se compran muchas chucherías, pero pocas revistas. Sí que espero que con el hospital la gente lleve más prensa. Estamos a unos 500 metros y además es una zona de paso para los coches. De hecho, la apertura de la carretera ya trae más personas, hay más vida».

Reyes. Vecina de la zona. «No creo que suba el precio de los pisos»

«Sinceramente, no creo que con la situación económica que hay ahora y con eso de la burbuja inmobiliaria los pisos de la zona se revaloricen. Algunos que se compraron por 22 millones se han llegado a poner a 50, no subirán más. Pero sí que hay médicos y enfermeras que viven por la zona».

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