Los taxis madrileños dispondrán de cámaras de vigilancia conectadas a una central de alarmas para mejorar la seguridad en este sector, gracias a un convenio de colaboración firmado hoy entre la Comunidad de Madrid y las asociaciones de taxistas.

Además, los taxistas que lo deseen podrán recibir un curso de autoprotección, impartido en la Academia de Policía Local de la Comunidad de Madrid, y contarán con subvenciones para reforzar la seguridad de los vehículos, mejorar los sistemas de alarma y la localización móvil.

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha firmado hoy este protocolo de colaboración con el presidente de la Asociación Gremial de Autotaxi, José Antonio Parrondo, y con el presidente de la Federación Profesional del Taxi, Mariano Sánchez.

Según ha explicado la presidenta, esta medida afectará a las más de 16.000 licencias que existen en la región, de las cuales 5.000 ya cuentan con un dispositivo de seguridad que conecta con el Centro de Emergencias de la Comunidad de Madrid 112 y que se acciona cuando el profesional detectaba alguna situación de peligro, de tal manera que este centro recibía miles de aviso sin filtro.

El objetivo de este acuerdo es fijar un sistema más eficaz, como son las cámaras de vigilancia, que permiten verificar la situación atendiendo a las imágenes.

Clases de la Policía

Destaca también, dentro de este protocolo, las clases en materia de seguridad que se impartirán bajo el título "Habilidades, control y autoprotección en situaciones conflictivas para taxistas" y buscan desarrollar un nivel de serenidad, control, autoconfianza y eficacia ante situaciones conflictivas.

Asimismo, la Comunidad concederá subvenciones de hasta 12.000 euros para la adquisición de vehículos adaptados a personas con movilidad reducida; ayudas de hasta 2.000 euros para la compra de vehículos de energía alternativa y promoverá la contratación de mujeres en este sector con ayudas de hasta 9.000 euros.

Seguridad antes que intimidad

Sobre cómo afectará esto a la intimidad de los viajeros, la Comunidad asegura que cuentan con el permiso de la Agencia de Protección de Datos. "Se ha primado antes la seguridad que la intimidad, pero los usuarios pueden estar tranquilos, ya que las imágenes que no constituyan prueba de delito acabarán eliminándose", aseguran desde la Consejería de Interior.

Lo que no se sabe aún es el lugar en el que se almacenarán estas imágenes, ni el tiempo que permanecerán guardadas antes de su eliminación, aunque, al parecer, y según la Asociación Gremial del Taxi, este plazo de tiempo podría ser de una semana.

La Consejería tampoco ha dado más detalles sobre la colocación de las cámaras, sólo "que enfocarán al viajero y al conductor", explican. "La Comunidad pondrá el dinero, unos 300.000 euros, para la instalación de las cámaras, pero el resto de detalles tienen que acordarlos entre la Asociación Gremial de Autotaxi y la Federación Profesional del Taxi", afirman.

Para José Antonio Parrondo, presidente de la Asociación Gremial del Taxi (la mayor de Madrid, con 10.000 socios) la medida se empezará a aplicar, "como muy tarde, en el plazo de un mes, aunque aún quedan algunos flecos por resolver". El más importante de todos es saber si las cámaras permanecerán grabando todo el día o sólo cuándo el taxista pulse la alarma ante la posible comisión de un delito. "Aunque por nuestra parte lo tenemos claro. Somos más partidarios de que la cámara grabe todo a que tenga que ser el taxista el que active el sistema", afirma Parrondo.

Estas cámaras funcionarán vía satélite, por lo que las grabaciones no se almacenarán directamente en el vehículo. Además, los taxis deberán llevar carteles advirtiendo de su colocación, según explica Parrondo a 20 minutos.

Según Antonio López, portavoz de CECU-Madrid, este convenio, "en los términos en los que está planteado", atentaría "contra la intimidad de los viajeros".