En una nota de prensa, la Federación ha señalado que la previsible cercanía del final del Estado de Alarma puede traer consecuencias negativas para el sector, al implicar que se inicie la actividad del 100% de la flota de las tres ciudades de manera simultánea "sin que se produzca una valoración correcta y adecuada de las necesidades reales de servicio" ni la "sobreexposición de los taxistas a un hipotético riesgo de contagio".
En estos momentos en las ciudades de Oviedo y Gijón están prestando servicio el 50% de las flotas de taxi, mientras en Avilés se reduce al 25%. En los tres municipios, señalan, "se cubre perfectamente la demanda existente en estos momentos".
La finalización del Estado de Alarma generará de forma automática la desaparición de los tres decretos que regulan al sector en los tres municipios, volviéndose a la situación anterior a la pandemia. Esto podría implicar, a su juicio, "una saturación de oferta" y una "presencia excesiva en las calles para obtener muy pocos ingresos".
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