¿Tan valioso es lo que hay dentro del Parque para instalar un sistema de seguridad tan avanzado?

Albergamos empresas de alto contenido tecnológico, con equipos de gran valor. El último que ha entrado, por ejemplo, es una máquina de resonancia magnética nuclear que cuesta 498.000 euros. Es equipamiento muy caro, en general.

¿Cuántas empresas existen y cuánta gente trabaja en el Parque Tecnológico?

Hay 13 empresas y 350 trabajadores, la mitad de ellos titulados superiores. Hay empresas de aeronáutica, de desalinización, una química... La última que se ha instalado es Indra, líder española en tecnología, que va a producir periscopios de submarinos para Navantia, en Cartagena. Han instalado una torre de 30 metros para hacer pruebas en vertical.

¿Se está notando ya la crisis en el Parque?

Se nota en cuanto a la venta de parcelas. Las oficinas funcionan bien, pero desde hace un año se está notando menos movimiento, menos interés. La segunda fase la vamos a empezar a construir a finales de este año.

¿Sigue teniendo, entonces, un futuro halagüeño el sector tecnológico?

Hace cinco años, las empresas que estaban en el Parque eran consideradas como empresas raras, que investigaban. Ahora, lo que ha de hacer cualquier empresa para sobrevivir es lo que hacen las del Parque Tecnológico de Fuente Álamo.