Juan Ramón Lucas: "Quien diga que en un directo no siente miedo está mintiendo"

  • Dirige y presenta el programa 'En noches como ésta' en La 1.
  • Las audiencias no le obsesionan y reconoce que lo único que le quita el sueño es la radio.
  • "En televisión hemos caído en la rutina de mirar lo que le funciona al otro para hacerlo igual", afirma Juan Ramón Lucas.
El periodista charla cada semana de igual a igual con personajes relevantes.
El periodista charla cada semana de igual a igual con personajes relevantes.
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El periodista charla cada semana de igual a igual con personajes relevantes.

Juan Ramón Lucas lleva treinta años dedicado al periodismo y de sus palabras se desprende la pasión que siente por su trabajo. Cada jueves vuelve a la televisión, un medio que conoce bien, para dirigir y presentar En noches como ésta, un programa de entrevistas que pretende mostrar desde la cercanía a personajes relevantes.

La credibilidad no es cuestión del formato con el que comuniques

De joven quería ser director de cine. ¿Cómo es que encaminó sus pasos a la profesión periodística?

Supongo que en un ataque sorprendente e inesperado de lucidez porque habría sido una tragedia para el arte cinematográfico. Para mí mismo habría sido una constante fuente de frustración porque supongo que no habría sido muy buen director.

¿Qué es lo que más le gusta de la su profesión?

La capacidad de comunicar y de relacionarte con los de tu especie de una forma singular y privilegiada que es conocer lo que pasa y poder contarlo.

¿Cree que tiene más o menos credibilidad que cuando hacía informativos?

No tengo criterio para juzgar eso. Creo que la credibilidad no es cuestión del formato con el que comuniques sino de la forma y el fondo de lo que transmitas. Lo sustancial es que lo que cuentes lo que hagas bien y seas capaz de conectar con la gente.

Las personas que hacemos televisión nos hemos amoldado a los criterios de la audiencia"

Después de haber hecho otras cosas ¿podría volver a presentar informativos?

Siempre pensamos que el territorio de informativos es diferente a cualquier otro. Creo que es una mirada errónea porque informativos no es el olimpo ni el lugar en el que uno alcanza lo máximo. No se puede negar un camino de ida y vuelta en casi nada. Siempre he contado las cosas que he visto, con mayor o menor cercanía, pero con honestidad. Si después de haber comunicado honestamente te dedicas a comerciar con la información, entonces es cuando pierdes tu compromiso moral de informador y te cierras cualquier posibilidad de credibilidad.

¿Qué echa de menos de esa etapa?

Procuro no echar de menos nada sino echar de más. Cuando has pasado una etapa en informativos aprendes cosas, pero luego sales y aprendes otras. He tenido la suerte de no tener que echar de menos nada porque lo que estaba haciendo me llenaba para seguir avanzando en este oficio y en la vida en general.

¿Por qué los programas de entrevistas no terminan de funcionar?

Es cierto que un programa de entrevistas tiene más difícil aceptación que otro tipo de contenidos, pero de eso también somos responsables los que hacemos la televisión porque nos hemos amoldado a los criterios de la audiencia. Si funciona un determinado formato, los demás lo copian y así pierdes calidad porque no apuestas ni arriesgas. No somos capaces de romper ese círculo y a partir de ahí, no sé si se demandan esos contenidos, pero hay que hacerlos.

¿Cómo se lleva con las audiencias?

Lo único que me quita el sueño es la radio porque duermo poco. En televisión estas atento a ellas, pero no me obsesiono. Tengo la ventaja de trabajar en una televisión pública en la que la presión principal no son las audiencias sino la calidad.

Todos los personajes tienen algo que contar"

Lo peor que le ha pasado en un directo...

Quedarme en blanco. Me pasa con frecuencia y me produce una sensación incómoda. Cuando el regidor me dice faltan 30 segundos, pienso ‘Dios mío que hago yo aquí con lo bien que estaba en la redacción'. Quien diga que en un directo no siente miedo está mintiendo porque hasta a los más grandes les ha pasado. Un directo en radio o televisión requiere una concentración total y si la pierdes te quedas a merced de las olas.

¿Su entrevistado más díscolo?

Ninguno. Lo que sí he tenido son entrevistados difíciles que cuando les preguntas te contentan con monosílabos. Tengo dificultad con algunos creadores excéntricos que consideran que el periodista es un señor que no sabe de nada y que se dedica a ningunearle.

¿A qué personaje famoso le gustaría entrevistar?

Me gustaría saber que piensa de verdad el Papa sobre la vida, el sexo, la crisis...

La libertad de expresión no es dedicarse a hurgar en la bragueta de la gente"

¿Qué tiene que tener una buena entrevista?

Información previa y trabajo. Conocer al personaje, dejarle hablar y tener muy claro qué quieres sacar de él para que la entrevista tenga un sentido. Todos los personajes tienen algo que contar. En todos los géneros periodísticos, lo fundamental es la atención y, como dice un amigo mío, tener olfato y mala leche. Esto último, reconozco que me cuesta más.

¿Por qué atrae tanto la tele a los profesionales de la radio?

Te permite comunicarte y estar cerca de más gente, a pesar de que haya gente que piense que es porque se gana más dinero. En mi caso nunca me he movido por eso sino por la curiosidad y las ganas de aprender.

¿En qué formato no le veríamos nunca?

Aquellos que se basan en lo que se llama periodismo, pero negocia con la vida privada de la gente. Me parece profundamente irrespetuoso que alguien se llame periodista y se dedique a eso. La libertad de expresión no es dedicarse a hurgar en la bragueta de la gente.

¿Qué le parecen todos esos usurpadores de la profesión periodística?

Hay periodistas que han estudiado en la facultad y se dedican a arrancarle la piel a sus congéneres. Por mucho título, esos parecen menos periodistas que señores de juicio que van a los medios a exponer sus puntos de vista porque con su capacidad de análisis ayudan a entender mejor las cosas.

¿Cómo lleva las críticas?

Muy bien siempre me la tomo como un elemento de reflexión. Cuando la crítica es mala afecta el segundo que lo lees a tu vanidad, pero yo procuro aprender. Después del primer programa de En noches como ésta, un crítico catalán hizo una crítica negativa pero era juiciosa, rigurosa y acertada. Me ha servido para modificar algunas cosas del fondo y la forma del programa.

¿Qué cree que le falta a la televisión?

Valor y osadía para creer en nuevas formas de hacer y dejar cuajar algunas cosas que podrían tener más recorrido. En televisión hemos caído en la rutina de mirar lo que le funciona al otro para hacerlo más o menos igual.

¿Lo que más vende es la telebasura?

Es lo más cómodo de colocar para la gente sin escrúpulos. Pero, ¿qué es telebasura? Si vende la televisión ligera y que frivoliza es porque hemos acostumbrado al espectador a que la tele sea una cosa diferente de lo que debería ser. El espectador ve lo que le ponemos delante.

BIO: Nació en Madrid el 2 de noviembre de 1958. Actualmente, trabaja en el magacín matinal de Radio Nacional, En días como hoy.

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