Treinta y un comercios del centro de la capital han recibido hoy el título de "Comercios Centenarios" con el que el Ayuntamiento de Madrid les reconoce como establecimientos históricos en los que todavía se atiende al público con "la cercanía, la precisión y la calidad de antaño". Con los 31 nuevos títulos de hoy son ya 61 los Comercios Centenarios que han sido reconocidos por el Ayuntamiento de Madrid.

La famosa pastelería de la Puerta del Sol, La Mallorquina (Centro), ha sido uno de los establecimientos agraciados junto a otros como la Chocolatería San Ginés o el bar Viva Madrid. Ángel Gallo Pérez (64 años) es uno de los actuales dueños de esta famosa pastelería. También es el propietario de otro establecimiento centenario, la tienda de embutidos Hijos de Lechuga, sita en la calle Mayor.

¿Cuándo abrió por vez primera La Mallorquina?

La inauguración fue en 1894, en su antigua ubicación de la calle Jacometrezzo, aunque a los pocos años pasó al edificio actual de Sol. La abrió un mallorquín apellidado Ripoll y, justo después de la Guerra Civil, en 1939, pasó a las familias Gallo y Quiroga. Sus hijos somos los que nos hacemos cargo ahora del negocio.

En tanto tiempo de historia habrá muchas anécdotas que contar.

Por aquí han pasado todo tipo de personas, dado lo emblemático del lugar en el que nos encontramos. Todos los alcaldes de Madrid han probado nuestro bollos: Gallardón, Tierno Galván... también la Familia Real suele visitar nuestro comercio.

¿Cómo se las apaña una pastelería para sobrevivir cien años en una ciudad como Madrid?

Con mucho trabajo. Nuestro bollos son caseros y hechos al día, incluso a la hora, ya que nuestro obrador está constantemente cociendo. El cliente que viene a La Mallorquina sabe que se lo va a llevar caliente y recién salido del horno.

¿Cuál es su bollo más famoso?

El que más se vende es la napolitana, tanto de crema como de chocolate.

¿Apuesta por cien años más de vida para La Mallorquina?

Claro que sí. Bueno, aunque eso dependerá de las nuevas generaciones.