Una arquitecta alemana tiene una fábrica de ladrillos de cáñamo en Guadix, Granada

  • La materia prima la importa de Francia.
  • También diseña y construye casas con este material.
  • Dice que mantiene el calor y aísla del frío.
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Fábrica de ladrillos de cáñamo de Guadix, Granada.
Fábrica de ladrillos de cáñamo de Guadix, Granada.
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Fábrica de ladrillos de cáñamo de Guadix, Granada.

La Vega de Granada era en los años 60 una de las grandes productoras de cáñamo (que no marihuana) de España. La aparición de las fibras sintéticas hizo que este tipo de plantación desapareciera y que la producción de otros productos, como el nylon y el plástico subieran.

El cáñamo sin embargo está volviendo a la actualidad para la confección de papel, tejidos, cuerdas, embarcaciones e incluso materiales de construcción.

Mónica Brümmer, arquitecta alemana afincada en Guadix, fabrica desde hace una década ladrillos de cáñamo, que exporta a toda España y parte de Europa.

El producto se llama Cannabric y está realizado con fibras de cáñamo, cal hidráulica natural y minerales extraídos de las cuevas de Guadix. La mezcla se prensa y se deja reposar al aire libre. "La idea nació", relata Brümmer, "mientras preparaba mi tesis doctoral sobre materiales vegetales y encontré en esta mezcla un producto ecológico, aislante del frío y el calor y capaz de regular la humedad ambiental".

La arquitecta decidió entonces venir a Granada, "concretamente a Guadix por el tipo de minerales de su suelo y porque está bien comunicado con el resto de España por carretera". Desde entonces las cosas han cambiado mucho, aunque su forma de trabajar sigue siendo la misma.

La fábrica de Brümmer produce ladrillos para vender, pero sobre todo abastece las obras que la arquitecta proyecta. Las casas que hace con este material son bioclimáticas y además no necesitan hormigón armado, por ser un producto muy resistente.

Su importa ya está en Zaragoza, Almería, Madrid y en un humilde monasterio de la provincia de Palencia.

La fábrica de Mónica Brümmer se abastece del cáñamo francés, "porque en España, al dejar de recibir subvenciones, los agricultores decidieron abandonar su cultivo".

La alemana, que en su momento se planteó hacerse agricultora de cáñamo para cubrir toda la cadena de montaje, ha desistido de la idea "porque genera muchas complicaciones y no es posible estar en todo", comenta. Con estos ladrillos únicos ya tiene bastante.

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