La Junta de Seguridad Local de Castellar ha convocado una manifestación para el próximo sábado bajo el lema "Por la Paz y la Convivencia", para solicitar más seguridad y más unión vecinal tras el enfrentamiento entre payos y gitanos ocurrido el pasado fin de semana.

En la junta, población de unos 3.800 habitantes, han participado representantes de los tres partidos que forman la corporación municipal (PSOE, PP y PA), miembros de la Guardia Civil y de la Subdelegación del Gobierno, y posteriormente se ha invitado a participar a colectivos y asociaciones del pueblo.

Durante la reunión, la Subdelegación del Gobierno en Jaén se ha comprometido a doblar la dotación de guardias civiles destinados a Castellar, mientras que la Junta de Andalucía ha anunciado que llevará a cabo un plan de promoción social y de integración.

Problema magnificado

El subdelegado del Gobierno en Jaén, Fernando Calahorro, ha calificado los enfrentamientos del pasado fin de semana como "quiebra puntual de la convivencia", y ha insistido en que esos hechos no han sido ni xenófobos ni racistas, sino que se ha hecho una valoración injusta de un problema que se ha magnificado.

La chispa que desató el conflicto tuvo lugar el sábado "en la zona de botellón" de la localidad, en la que se produjeron enfrentamientos entre jóvenes payos y un grupo de la familia gitana conocida por la del "Tuerto" en la que hubo rotura de cristales en viviendas y desperfectos en coches.

A las 2.00 horas de la madrugada, el alcalde de Castellar, Pedro Magaña, llegó a un acuerdo en una reunión con los jóvenes implicados, pero a la mañana siguiente miembros de esa familia gitana amenazaron gravemente a las familias de payos.

Ataque a los gitanos

La tensión creció durante el día y, a las seis de la tarde del domingo, entre quinientas y mil personas participaron en una manifestación que salió del Ayuntamiento y terminó a las puertas de la casa de la familia gitana, donde se lanzaron piedras y se rompieron ventanas.

Durante los incidentes fue detenido por amenazas un gitano, padre de ocho hijos, que posteriormente fue puesto en libertad, y cuya familia ha expresado su temor por lo que pueda pasar.

Por su parte, la familia de "El Tuerto" decidió irse de la localidad temporalmente, al igual que otras dos familias, que aunque declararon a Efe no haber participado en los sucesos, sus "niños tenían miedo".

Regreso a Castellar

Estas dos familias regresaron esta tarde a Castellar para "recoger ropa" y si las cosas estaban tranquilas dormir en su casa, mientras en la puerta controlaba la seguridad una pareja de la Guardia Civil.

Pocos metros más adelante, en otro coche, otros guardias vigilaban desde lejos la casa vacía de la familia de "El Tuerto".

El presidente de la asociación gitana Facca Andalucía , Luis Jiménez Cortés, ha asegurado a los periodistas que tiene que haber una seguridad constante y que no ha pasado nada para que se produzca este alboroto, por lo que hay que tranquilizar a la población.

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