Nicolas Sarkozy, presidente francés y presidente de turno de la UE, ha dejado a

España fuera de la próxima cumbre internacional para la reforma del sistema financiero. Para evitar suspicacias, Sarkozy ha recordado que aunque "

España es un país importante en la escena internacional",

no pertenece al G8 -el grupo que reúne a las siete economías más industrializadas y Rusia-.  En la cumbre internacional estarán también las principales economías emergentes (México, Brasil, China, India y Sudáfrica, reunidas en el llamado G5).

Tras anunciar la cumbre, Sarkozy subrayó que "España está jugando

un papel considerable en la resolución de la crisis financiera", especialmente el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quien propuso la organización de la reunión de líderes del Eurogrupo en la que comenzó a definirse una respuesta europea conjunta. "Pero

no soy yo el que dice quiénes son miembros del G8", recalcó el presidente francés, que este semestre ocupa la presidencia de turno de la UE.

Hizo hincapié en que "España es un gran país, una gran economía", que debe tener "su hueco", pero reiteró que "no me corresponde a mi decidir" sobre la composición del G8.  Sarkozy dejó entrever que, si se amplía la lista de invitados a España,

surgirían otros problemas, por ejemplo con Polonia.

En España, el presidente José Luis

Rodríguez Zapatero ha eludido pronunciarse sobre el tema.

"Ya hablaremos", ha respondido lacónicamente Zapatero por dos veces a los periodistas que le esperaban a la salida del Congreso para conocer su opinión.  Mientras, fuentes del Ejecutivo han insistido en que

la cita todavía no tiene ni un formato ni una lista de participantes cerrada.  El líder del PP, Mariano Rajoy, tampoco ha querido comentar la propuesta de Sarkozy a su salida de la Cámara Baja.