"Según los últimos cálculos de los especialistas y a partir de la información que ha proporcionado la tripulación, podemos afirmar que las reservas de aire en el batiscafo llegarán hasta las 14.00 horas (hora local) del 8 agosto", dijo Fiódorov.
Fiódorov indicó que en las próximas horas volarán el ancla que tiene atrapado al batiscafo desde el jueves pasado a 190 metros de profundidad en aguas del océano Pacífico. Según el almirante, el sistema de anclaje de la antena pesa unas 60 toneladas.
"Se ha tomado la decisión de volar las anclas a fin de que todo el sistema (batiscafo, cables y antena) suba, lo que permitirá emplear buzos", dijo el almirante Fiódorov, citado por la agencia Interfax.
Durante la noche los buques de rescate consiguieron arrastrar el batiscafo un centenar de metros en dirección hacia un zona menos profunda..
El portavoz de la Armada rusa, capitán de navío Igor Digalo, declaró hoy que en la última sesión de comunicación con los tripulantes del batiscafo éstos informaron de que se encuentran bien.
Llega la ayuda internacional
El primer avión en aterrizar fue un C-17 de las Fuerzas Aéreas británicas, que trajo un aparato submarino no tripulado Scorpio, dijo a la agencia Interfax el portavoz de la Armada rusa, capitán de navío Igor Digalo.
Poco después en la pista de Elízovo, aeródromo de Kamchat se posó un C-5 de las Fuerza Aérea de Estados Unidos, con otros dos Scorpio.
Sin embargo, estos equipos no comenzarán a trabajar en la zona del naufragio, como muy pronto, hasta las 22.00 de esta noche
A bordo del AS-28, la temperatura es de apenas 5 grados centígrados, pero sus tripulantes están provistos de trajes térmicos. El batiscafo quedó atrapado cuando realizaba una inmersión de rutina en la bahía Beriózovaya.
Proyecto Priz
La Armada rusa cueta con cuatro batiscafos como el AS-28, de 13 metros de largo y 5,7 de alto, que fueron diseñados para rescata "en seco" a las tripulaciones de los submarinos de guerra, y que se conocen como Proyecto Priz.
El aparato está dotado de un nudo de empalme que le permite acoplarse con la escotilla de los submarinos, por lo que fue utilizado sin éxito en el rescate del submarino nuclear Kursk, que se hundió el 12 agosto de 2000 en el mar de Barents. Una deformación en la escotilla del submarino impidió ntonces el acopamiento del baticafo.
Denuncias por ocultación de los hechos
El diario Kommersant denunció hoy que los mandos de la Armada ocultaron durante casi 24 horas el naufragio del batiscafo.
"Sólo cuando la situación, como ocurrió con el submarino nucler Kursk, se tornó crítica, los militares admitieron la avería y pidiron ayuda", subrayó el rotativo".
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